La Audiencia de Huesca ha condenado a un joven de 25 años, de Jaca, a once años de prisión por violación continuada a una menor con trastorno de atención neurobiológico (TDAN), cuando la niña acudía a casa del joven a jugar con su hermana.
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Tan lamentables hechos se produjeron entre 2018 y 2019,
cuando la niña, de 12 años entonces, acudía a casa del ahora condenado a jugar
con la hermana de este, amiga de la menor que, según confesión de la agredida, suponía
“un importante apoyo en su vida”.
La Fiscalía no ha podido determinar exactamente el número de
agresiones, aunque se sabe que la niña acudía a casa del reo, a jugar con su
hermana, varias veces semanalmente.
El agresor conocía el retraso de la niña en su desarrollo,
invitándola a la habitación de él a jugar con videojuegos. Allí se producían
las violaciones, ahora sancionadas con la legislación anterior a la ley llamada
del “solo sí es sí”, dado que el tribunal aplicó la legislación vigente en la
fecha de autos que, en este caso concreto, resultaba ligeramente más favorable.
La madre de la niña descubrió que algo turbio estaba pasando, cuando la pequeña le contó que no le gustaba como le tocaba el hermano de su amiga, y que no podía soporta el dolor físico que le ocasionaba.
Los peritos informaron, durante el juicio, que el TDAN que
padecía la víctima podría suponer una diferencia de unos cuatro a cinco años
entre el desarrollo físico y el mental, con dificultades para expresarse y para
interactuar socialmente.
LG / JACATIMES
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