Durante dos días, Jaca ha sido el escenario de debate de diversas cuestiones relacionadas con el derecho y la montaña: las actividades penales derivadas de las actividades en montaña, compatibilidad de usos, prohibiciones y limitaciones y el cambio climático y sus efectos en las actividades de montaña.
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El viernes la compatibilidad de usos, prohibiciones y
limitaciones y el cambio climático y sus efectos en las actividades de montaña,
han sido los temas que se abordaron.
Todos los participantes en la mesa de debate sobre “la
compatibilidad de usos deportivos” han afirmado que el medio natural existente
es lo suficientemente amplio para que convivan las diversas actividades
tradicionales con las actuales deportivas siempre que exista responsabilidad e
información.
La voz de los habitantes de la montaña la ha defendido la gerente
de Casa Rural Quintana, en Montanuy. Tras sumarse a la idea de la
compatibilidad de usos, ha recordado que “el monte no es de todos, ya que tiene
propietarios, con lo cual no se puede acceder libremente”.
Ha añadido que “hay que cuidar y salvaguardar a la gente que
vivimos en el territorio. De ahí que aboguemos por un uso compartido y
corresponsable en el que el ganadero tradicional tiene que facilitar el acceso,
pero también el visitante ha de comprometerse a dejar el espacio como lo
encuentra. Dejar una valla, verja o camino abierto puede producir un daño
económico muy importante al ganadero y provocar algún accidente”.
La mesa de debate que cerró las jornadas puso de manifiesto
diversos casos y estudios que inciden y corroboran que el cambio climático ya
ha llegado y está afectando seriamente al funcionamiento de refugios situados
en la alta montaña por la deficiencia de agua, entre otras circunstancias. “El
mundo ha cambiado, las condiciones de la montaña están cambiando y nosotros
seguimos comportándonos igual sin ser conscientes de que el riesgo ha
aumentado”, han señalado.
Estas son las conclusiones que nos han parecido más
significativas
La titulación de los guías y las exigencias para las
empresas de turismo activo están orientadas a la salvaguarda de la seguridad de
los consumidores y usuarios. Debería homogeneizarse la normativa autonómica en
la materia.
Los practicantes de distintas disciplinas deportivas en el
medio natural han de convivir. La formación es fundamental y los clubes y
federaciones deportivas son el medio adecuado para procurarla.
La práctica de deportes en la naturaleza proporciona
beneficios a quien los ejercita. Pero son también una ventaja económica y
social en el medio rural que recibe a los visitantes. Debe haber un compromiso
público en conseguir el adecuado encuentro entre el mundo urbano y el rural, presidido
por el cuidado del medio ambiente.
Los visitantes del mundo rural, atraídos por los usos
deportivos en la naturaleza, promovidos con frecuencia por empresas y
administraciones, han de ser respetuosos con los derechos de sus habitantes,
incluido el de propiedad, y con sus recursos agropecuarios y tradicionales de
vida.
En este sentido, el interés público exige un correcto
mantenimiento de los caminos, que constituyen verdaderas instalaciones
deportivas.
La constante disminución de los principales glaciares,
abocados a su desaparición, son la muestra evidente de que hay que tomar
medidas urgentes para paliar el cambio climático y frenar daños irreparables en
la naturaleza.
Comprometidos con el medioambiente, proponemos que, en
cualquier programación de nuevas infraestructuras y actividades turísticas o
deportivas, a medio y largo plazo, se debería contar con el asesoramiento y
participación del Observatorio Pirenaico del Cambio Climático.
AYTO / JACATIMES
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