La noche del 6 al 7 de octubre traerá uno de los espectáculos más luminosos del año: la llamada "luna de cosecha", una superluna que se verá más grande y brillante que de costumbre. Un fenómeno visible a simple vista desde cualquier rincón sin contaminación lumínica… y una cita inmejorable para los amantes del cielo pirenaico.
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El momento de mayor esplendor llegará el 7 de octubre a las 05:48
h, cuando la luna llena alcance el 100 % de su iluminación. Su punto más cercano
a la Tierra, el perigeo, ocurrirá unas horas más tarde, el 8 de octubre a las
22:00 h, cuando se situará a unos 359.965 km de nuestro planeta. A simple
vista, se percibirá un 7 % más grande y un 15 % más brillante que una luna
llena normal.
La imagen más espectacular podrá disfrutarse al atardecer
del lunes 6 de octubre, a partir de las 19:00 h, cuando la luna emerja por el
horizonte teñida de tonos rojizos y anaranjados. Ese color, fruto de la
refracción de la luz en la atmósfera, irá tornando en el clásico plateado
conforme ascienda sobre el cielo jaqués.
Su nombre, "luna de cosecha", procede de las tribus algonquinas
de Norteamérica, que aprovechaban su fulgor para alargar las labores agrícolas
al final del verano. En el folklore europeo se asocia con brujas y la magia de
la cosecha. Una creencia popular dice que mirar la luna llena trae buena suerte
en amores otoñales. No volverá a repetirse hasta 2028.
La superluna podrá observarse desde cualquier punto
despejado, aunque los mejores lugares serán los miradores sin contaminación
lumínica, como el entorno de Oroel o los llanos entre Jaca y Sabiñánigo o
incluso algunos puntos del Llano de la Victoria. Será, además, la primera de
tres superlunas seguidas que cerrarán 2025… antes del gran espectáculo que
llegará en 2026: el esperado eclipse solar visible desde España.
MARGARITA / JACATIMES
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