El proyecto de planta de compostaje que se pretende ubicar en Martillué, despierta una gran preocupación por la cercanía al Centro Ignacio Claver, de Valentia, y a los pueblos de Martillué y Pardinilla, donde se exige su reubicación en un lugar más adecuado.
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VALENTIA |
El proyecto de planta de compostaje que Grhusa promueve en
el polígono Martillué I de Jaca ha generado rechazo entre vecinos de la zona y
la entidad social Valentia. Todos coinciden en exigir su reubicación urgente
por la proximidad al Centro Ignacio Claver, que atiende a 58 personas con
discapacidad intelectual y autismo, y a los núcleos de Martillué y Pardinilla.
Valentia presentó alegaciones en el último día de plazo al
considerar que la ubicación “perjudica” a las 39 personas residentes
permanentes y a las 19 que acuden regularmente al centro, un recurso social
considerado referente en Aragón y España. Denuncian además la falta de
información oficial sobre el proyecto durante los tres años transcurridos desde
su aprobación.
Los vecinos de Martillué y Pardinilla se han sumado con
alegaciones propias. En este último núcleo, el alcalde pedáneo, Daniel
Piedrafita, advierte de la cercanía de la planta al manantial que abastece al
pueblo —a unos 600 metros— y de los posibles olores arrastrados por el viento
dominante.
Según la memoria de actividad presentada, la instalación tramita ahora la Licencia Ambiental y prevé tratar 2000 toneladas anuales de residuos orgánicos domésticos, de parques y jardines o mercados, para transformarlos en compost de calidad.
Se enmarca así en los objetivos de la
economía circular, aunque los afectados reclaman frenar el proyecto en su
actual emplazamiento y estudiar alternativas que garanticen salud, seguridad y
bienestar para vecinos y usuarios del centro Ignacio Claver.
MARGARITA / JACATIMES
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