El Camino de Santiago en invierno es una experiencia tan dura como extraordinaria. Todas las Rutas Jacobeas se despojan de su ajetreo habitual para convertirse más que nunca en un viaje interior. Un encuentro con uno mismo, una ruta de espiritualidad, con momentos de soledad y postales de gran belleza.
A cambio, la dureza del Camino se extrema, especialmente en
las zonas más montañosas y en las que la nieve es un compañero más.
No todas las rutas son igual de aptas en invierno. Cuando
llegan los meses más fríos del año, tanto algunos de los servicios que puedas
encontrar a lo largo del Camino se ven modificados, ya que la afluencia de
gente es mucho menor en esta época.
La lluvia, el frío, la nieve y el viento acompañan al
peregrino durante estos meses, encontrando algunas etapas especialmente duras
como los Pirineos o la subida a O Cebreiro. Con el invierno llega el fin de la
época más masiva en cuanto a cantidad de peregrinos y el cierre de la temporada
más fuerte.
Correos ha preparado una página web de gran interés para los
valientes que quieran enfrentarse al Camino en estas duras condiciones,
incluyendo los albergues que están abiertos y los que no, y muchos detalles
más. Accesible desde
aquí mismo.
CORREOS / JACATIMES
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