En obras desde junio de 2023, un vecino de Castiello de Jaca denuncia la situación insostenible que vive la línea férrea de Jaca a Canfranc —fuera de servicio desde entonces—, y el cierre de la estación, “condenando a los habitantes de la zona a más aislamiento”, sostiene.
Según Adif y Renfe, los servicios públicos se basan en consideraciones
sociales, medioambientales y de vertebración del territorio, circunstancias
que, en su opinión, no se cumplen en este caso.
Mienten. Para empezar, desde la estación de Castiello se da servicio a Aratorés,
Borau, Bergosa y Villanovillas como mínimo.
La gente de esta zona, no entiende una decisión difícil de
explicar y, sobre todo, de justificar. Su desaparición no ayuda a vertebrar el
territorio, ni mejora el medio ambiente ni presta un servicio social. Además,
está situada en una zona muy apropiada para que los convoyes puedan detenerse sin
ningún riesgo, dado su escaso o nulo desnivel.
La población afectada es muy mayor y necesita del tren para trasladarse
a los centros de salud de Jaca, Huesca y Zaragoza. “Suprimir esta parada —en servicio desde 1922—, supondría quedar irremediablemente
abocados a la despoblación”.
Adicionalmente, los vecinos se quejan del año y medio que
llevan soportando ruidos, escombreras, excavadoras, camiones, trituradoras,
etc., de alto impacto acústico, visual, paisajístico, con polvo en suspensión y
la contaminación de los arroyos próximos, alterando la fauna y flora local.
JACATIMES
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