Con la baja de Enric Mas, Movistar afronta la Vuelta sin un líder claro para la general. En su lugar, todas las miradas se centran en el jaqués Pablo Castrillo, la joven promesa que el año pasado conquistó dos etapas y que ahora busca consolidarse entre la élite.
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| DIARIODELTRIATLÓN |
Movistar llega a la
ronda española con un cambio obligado de estrategia. La baja de Enric Mas por
flebitis ha dejado al equipo sin un aspirante a la general, por lo que, según
su mánager Eusebio Unzué, «toca correr de otra manera, buscando fugas y
esprints». En ese escenario, Pablo Castrillo encarna la ilusión del conjunto
telefónico y la esperanza de repetir el éxito que ya saboreó el año pasado.
El ciclista Pablo
Castrillo (Jaca, 2001) se ha convertido en la gran apuesta de Movistar para la
Vuelta 2025. Tras ganar dos etapas en la edición anterior —en Manzaneda y en el
Cuitu Negru—, el jaqués dio el salto del equipo Kern Pharma al único conjunto
español del World Tour, donde se ha adaptado con rapidez y apunta a ser
protagonista en ausencia de Enric Mas.
El propio Castrillo
reconoce que la transición no ha sido sencilla, pero sí gratificante: «Al
principio cuesta un poco adaptarse, pero gracias al equipo me he sentido
arropado y he podido crecer como corredor». En ese camino ha sido clave la
figura de Jorge Arcas, también aragonés y compañero de entrenamientos, con
quien comparte habitación en carrera. «Me da tranquilidad y calma, es como un
sueño para mí», confiesa el jaqués.
La experiencia del
Tour, que disputó por primera vez este verano, le ha curtido para lo que viene.
«Ha sido duro pero muy enriquecedor. La tensión es enorme y todo se magnifica,
pero me llevo aprendizajes que me hacen más fuerte», explica Castrillo, que
ahora afronta la Vuelta con la vista puesta en etapas especiales: «Me ilusiona
la de Cerler, por estar cerca de casa, y la de Belagua».
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