EL TIEMPO EN JACA

EL TIEMPO EN JACA                    
El tiempo - Tutiempo.net

Algunas de las tradiciones culinarias de la Semana Santa en el Pirineo Aragonés

Junto a las procesiones que recorren Aragón de norte a sur, con los instrumentos de percusión como grandes protagonistas, hay otro elemento básico que no puede faltar en estas fechas: la gastronomía. La Semana Santa nos deja numerosas tradiciones culinarias de entre las que vamos a seleccionar algunas de las más populares.

TURISMO

La falta de la carne en las recetas tradicionales de Semana Santa no resta un ápice de interés y de sabor a los platos que se suelen presentar en la mesa en estos días, complementados con deliciosos postres para poner un broche dulce a cualquier comida o cena.

El potaje de vigilia es uno de esos platos tradicionales que se prepararan para afrontar la abstinencia de carne. Por sus ingredientes, es un plato contundente y con muchas proteínas. Se elabora con garbanzos, bacalao, espinacas y huevo cocido.

En esta reducida selección, un plato estrella de la gastronomía aragonesa es el bacalao al ajoarriero. En muchos hogares de nuestra comunidad se prepara y se come de forma abundante durante la Cuaresma. Este plato, originario del Pirineo, se elabora con bacalao desalado, patatas, ajo, cebolla, yemas de huevo, aceite de oliva, sal y perejil.


Los lamineros no se podrán resistir a los crespillos, un postre que se prepara en numerosas localidades pirenaicas. En Barbastro, la fiesta del crespillo (22 de marzo), ha sido declarada de interés turístico y reúne cada año a cientos de curiosos y golosos. Este plato aprovecha la hoja de la borraja para hacer un postre con un sabor inigualable. Huevos, harina, azúcar, leche, aceite de oliva, anís, levadura, hojas de borraja y gaseosa son los ingredientes perfectos.

Los que no hayan tenido suficiente, pueden terminar con unas deliciosas torrijas. Se cree que, en Semana Santa, al consumirse menos carne, sobraba más pan al final del día y, para no desperdiciarlo, se ideó esta receta, que es muy fácil: se eligen varias rodajas de pan duro que se bañan en leche hervida con azúcar y canela y la piel de un limón. Cuando estén bien empapadas, se rebozan en huevo y se fríen en abundante aceite. Se las puede aderezar con una mezcla de canela y azúcar, miel… Seguro que querrán repetir.

En Internet existen recetas detalladas de estos platos, con variantes de alto interés gastronómico. ¡Buen provecho!

JACATIMES

Publicar un comentario

0 Comentarios