El 28 de junio, seis Espacios Naturales Protegidos de Aragón acogerán actividades en torno a estos seres vivos, los árboles, sus singularidades y los beneficios que proporcionan, para celebrar el Día Mundial del Árbol.
ARAGONHOY |
En la actualidad, Aragón cuenta con 44 árboles y 13
arboledas singulares catalogadas por el Gobierno de Aragón. Ejemplares y masas
boscosas que cuentan con una protección especial por sus características,
distribución o interés científico y cultural. Con el fin de divulgar y promover
el conocimiento por estos seres vivos, y con motivo del Día Internacional del
Árbol, la Red Natural de Aragón organiza actividades en seis Espacios Naturales
Protegidos.
El 28 de junio de 11:00 a 12:30, varios espacios naturales albergarán
la actividad ‘Gigantes Sabios y Diversos’, una propuesta de educación ambiental
a través de la que el visitante podrá descubrir el funcionamiento de los
árboles, la forma en la que nacen, se desarrollan o se comunican entre sí, así
como los beneficios que aportan al ser humano.
En concreto, ‘Gigantes Sabios y Diversos’ se llevará a cabo,
entre otros, en los centros de interpretación Bierge, en el Parque Natural de
la Sierra y Cañones de Guara; Ansó, en el Parque Natural de los Valles
Occidentales; Benasque, en el Parque Natural de Posets-Maladeta y San Juan de
la Peña, en el Paisaje Protegido del mismo nombre.
Una oportunidad, también, para acercar al público el Catálogo
de Árboles y Arboledas Singulares de Aragón, en el que se encuentran algunos de
los más destacados de la Comunidad. Ejemplares como la popular carrasca de
Lecina, con casi 7 metros de perímetro de tronco en base y 16 de altura; la
sabina de Villamayor, ejemplar relicto de la deforestación de los sabinares que
cubrían la zona del valle del Ebro en el pasado; o el chopo cabecero del
Remolinar, en Aguilar de Alfambra, ejemplo de árbol trasmocho en muchas zonas
de la provincia de Teruel.
Además, el Catálogo recoge un buen número de arboledas
singulares. Algunas como la del Pinsapar de Orcajo constituyen pequeñas
reliquias de los bosques de coníferas que se extendían por Europa en el
Terciario. Otras, como la Mosquera o Bojeda de Oto, en el Sobrarbe, guardan
representaciones únicas de su especie. Pero más allá del valor natural y
cultural, estas arboledas también sirven como valiosos laboratorios que están
permitiendo obtener indicadores y datos que permitirán trabajar en modelos
predictivos.
Todas las actividades son gratuitas y están dirigidas al
público en general. Es necesario reserva previa a través de la web accesible desde aquí mismo.
AH / JACATIMES
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