Expertos en edafología —la ciencia que estudia los suelos— colocan a la provincia de Huesca en riesgo de convertirse en un desierto, disparando la aridez en territorios como el Alto Aragón, se escuchó en Radio Huesca.
ÁGORA |
La disponibilidad actual de información meteorológica
instrumental permite una mayor aproximación al conocimiento del clima de los
Pirineos y a la evaluación del impacto del cambio climático. No obstante, el
estudio es complejo en áreas montañosas, dado que la topografía genera una gran
diversidad de microclimas, en los que el valor de las variables es difícil de
determinar.
Utilizando parámetros como el nivel de aridez del territorio
y el volumen de reservas de agua, los expertos sitúan a la provincia de Huesca
en riego de convertirse en un desierto en los próximos años —sin precisar cuántos—, con un incremento notable de la
aridez en el Alto Aragón.
Las causas se identifican con la sequía pertinaz que está
padeciendo el territorio, la ganadería intensiva y la sobreexplotación de los
acuíferos. Creen que, además, la escasez de masa vegetal o la urbanización intensiva
son algunas otras causas que están convirtiendo el Alto Aragón en un paisaje
sin agua.
El Dr. David Badía, catedrático de edafología en el campus
de Huesca, manifiesta su acuerdo con estas oscuras previsiones: "este año
estamos sufriendo un periodo terriblemente cálido, entre otras cosas, que hacen
que tengamos ese riesgo encima".
Habría que aplicar algunas medidas importantes como, por
ejemplo:
- Implantar una ganadería extensiva que recupere los mosaicos de monte;
- Generar un bosque ordenado, capaz de controlar los grandes incendios; y
- Proporcionar mayor seguridad para los bomberos.
Revertir la situación es difícil, pero no imposible. El Dr.
Badía cree que el Pirineo podría salvarse si conseguimos —además de las medidas anteriores— recargar los acuíferos, pero, claro,
para esto necesitamos que llueva, y parece que, por ahora, el tiempo no está
por la labor y las reservas son cada vez menores.
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