Investigadores del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) han desarrollado en el Pirineo un proyecto que une tecnología y ganadería, que muestra el beneficio medioambiental que genera la ganadería extensiva, mediante el pastoreo, y la rentabilidad económica de estas explotaciones con actuaciones complementarias.
FARRELORO |
Este proyecto es un eslabón más dentro de una línea de
trabajo de los equipos de investigación del I3A con agentes del sector agrícola
y ganadero del Pirineo para llevar soluciones tecnológicas 4.0 a escenarios con
grandes problemas y limitaciones de conectividad de datos.
“Tanto desde el punto de vista de la tecnología, como de la
realidad social de los entornos en los que hemos trabajado, creemos que se
están perdiendo muchas oportunidades de mejorar nivel de vida en estas áreas
por muy poco dinero”, explica el coordinador.
Las soluciones con las que han trabajado para el seguimiento
del ganado vacuno son, básicamente, las mismas que para los sistemas de
emergencia que permiten auxiliar a turistas, o, incluso, para el despliegue de
diferentes sensores.
En una primera fase del proyecto, los grupos de investigación
trabajaron en el desarrollo y validación de la tecnología necesaria para crear
un sistema de geolocalización que facilite el trabajo del ganadero,
permitiéndole tener localizado el ganado en el monte en áreas geográficas en
las que no hay cobertura de datos.
En esta segunda fase, que termina en los próximos meses, se
ha hecho un primer trabajo de industrialización de esta tecnología de
localización, equipando a varios animales durante toda una campaña de estancia
en el monte. Para ello, los investigadores han efectuado toda una serie de
pruebas de la tecnología para garantizar que, efectivamente, el sistema
informaba correctamente sobre la ubicación de los animales en las zonas en las
que se querían desarrollar los ensayos.
Asimismo, para poder dar soporte a las comunicaciones, se ha
desplegado una red que ha permitido conectar los equipos instalados en los
collares de los animales con unos receptores ubicados en edificios de los
municipios más cercanos, lejos de las zonas de pastoreo. Son receptores de
pequeño tamaño y bajo coste.
El cruce de los datos recogidos con los elementos
geográficos de las parcelas indica que una cosa es dónde se dice que van a
estar los animales y otra muy distinta dónde deciden estar. De este modo, este
proyecto ha demostrado de manera empírica el dicho popular, que “el ganadero
propone y el animal dispone”.
Este trabajo forma parte del proyecto Cuantificación del
Impacto Ambiental de la Cabaña Extensiva de Aragón y cuenta con la
financiación de la Unión Europea y el Gobierno de Aragón.
UNIZAR / JACATIMES
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