La Guardia Civil nos felicita la Navidad con un rapero y original mensaje de vídeo

Este año, "la Comandancia de Huesca quiere felicitar a los ciudadanos con un video un poco menos típico, pero hecho desde el cariño, para desearles una feliz Navidad y un próspero año 2022…" que buena falta nos hace. Abajo está el enlace para disfrutar, ver y oír detenidamente.

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También —nos dicen— “queremos hacer llegar este video de felicitación a todos los periodistas con los que trabajamos a lo largo del año, deseando que tengamos unas Navidades tranquilas y que el año próximo nos traiga muchas noticias positivas y, cuando no lo sean, lo seguiremos intentando hacer lo mejor posible”.

Es imposible hacerlo mejor. Si no, que lo digan tantos accidentados a los que sacaron del apuro en situación comprometida por mala suerte o descuido o porque olvidaron en casa el respeto a la montaña. Nunca preguntan, pero allí están, al rescate entre aquella “astronomía pirenaica de montañas inconcretas”, estilo lorquiano. Unas veces volando a motor o sin él si hiciera falta, y otras arriesgando el tipo a ras de suelo.

Fin de semana sí y otro también, ángeles de la “guardia” para un escalador que, en el Achar, le fallaron los seguros que había colocado, o un espeleólogo que hubo que sacar de una cueva en Villanúa a más de 50 metros de profundidad, o un barranquista con el hombro lesionado descendiendo el Fornocal, o aquel que encontraron muy grave tras una caída de cien metros por la zona de la cueva de los contrabandistas en Candanchú… Sea como sea, llámense SEREIM, EREIM o como se quieran llamar, en situaciones tan variopintas ellos conocen siempre el mejor modo de encauzar la situación, con la seguridad que les proporciona su savoir-faire, que dirían en el lado galo, que para ellos no hay fronteras.

Las ovejas no saben hablar, pero, si supieran, no faltarían balidos de agradecimiento a los desconocidos “ángeles verdes” que las rescataron cuando estaban atrapadas en la nieve. Sobre todo, el corderito aquel, apenas lechal, que un guardia descendió primero bajo el brazo y luego a hombros —de ahí debe venir lo de “a corderetas”—, con la inocente sonrisa del que no sabe que está haciendo, generoso, mucho más de lo que debe. Seña de identidad del Cuerpo.

En lo más alto, en lo más peligroso, no dudan en jugarse el tipo para rescatar un huevo de quebrantahuesos en situación de riesgo —después de caminar seis kilómetros con un desnivel de 800 metros— en una repisa de una pared en la que tuvieron que instalar anclajes y, con mucho cuidado, acceder al lugar donde se encontraba el nido, para poner a salvo el preciado huevo.

Ellos son nuestra Guardia Civil. ¡Feliz Navidad!

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