No hubo acuerdo. Renfe y el Ministerio de Transporte echan balones fuera y habrá que seguir esperando a que propongan una nueva fecha para una nueva reunión con la DGA y los alcaldes de las localidades y comarcas afectadas. Más de lo mismo.
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| DECASTRO / Protesta en Monzón |
Ninguno de los dos organismos parece ser consciente de los
perjuicios que supone para la comunidad la desaparición de algunos servicios
ferroviarios.
El consejero de Vertebración del Territorio y Movilidad de
la DGA defendió que las competencias ferroviarias corresponden al gobierno
central, y que Aragón, con tantas necesidades a cubrir en estos momentos
difíciles, no puede permitirse detraer 4,2 millones de euros del presupuesto
autonómico para costear un servicio que no le concierne sufragar.
“Es un momento clave —añadió— para
reivindicar que cada administración financie sus competencias y, en este caso,
Aragón financie las suyas, que es la movilidad por carretera, con una inversión
de casi 15 millones de euros para dar servicio a núcleos de población con diez
habitantes como mínimo”.
El alcalde de Jaca dejó claro que lo que se reclama es “que se pongan de acuerdo para mantener los servicios de manera rápida y que, en los próximos cinco o seis años, la línea Huesca-Jaca tenga una inversión adecuada”. Asimismo, nuestro primer mandatario propuso la realización de “un estudio que demuestre que una línea de tren que facilite el acceso al Pirineo sería muy rentable” para la promoción y desarrollo social y económico de la zona, obviamente.
La reducción de servicios, prevista a partir del pasado 1 de
abril, afecta a varios trenes entre Zaragoza y Lérida, Teruel y Valencia, Fayón
y Caspe, y el “canfranero” de los fines de semana entre Huesca y Jaca, de apoyo
al turismo.
JACATIMES
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