Todavía será posible encontrar algún ejemplar de la mariposa apolo pirenaico (Parnassius apollo), aunque habrá que esperar hasta el próximo verano.
Se trata de una de las especies más buscadas para su
observación en los espacios protegidos por la campaña de recogida de datos puesta
en marcha por el Gobierno de Aragón.
La mariposa apolo es una especie catalogada como “de interés especial” en el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón. Es de actividad diurna y se caracteriza por su coloración blanca ornamentada de negro, rojo y gris traslúcido. Es una especie amenazada, con algunas de sus poblaciones en claro retroceso en el Pirineo, donde se la puede encontrar en zonas montañosas entre los 1500 y 2500 metros de altitud, ocupando pendientes de laderas con pastos alpinos y subalpinos en áreas pedregosas donde crecen sus plantas huésped.
Pero, ¿por qué se observa a la mariposa apolo? Porque,
debido a su gran sensibilidad a los condicionantes climáticos, se considera un
buen bioindicador de los efectos asociados a los mismos. Además, al ser vistosa
y de gran tamaño—tiene una envergadura alar de entre 64 y 76 mm— se hace más
sencilla su identificación.
La especie era común en muchos sectores del Parque Nacional
de Ordesa, Monte Perdido e incluso la Peña Oroel hasta hace aproximadamente 25
años, pero los muestreos realizados dan cuenta de un acusado declive. Al no
haber ganado, se pierden las praderas, y el erizón, planta común en el pirineo,
se expande, y la especie reduce su hábitat porque van desapareciendo las
especies de plantas que la apolo necesita para su subsistencia
Si el clima anual lo permite, esta mariposa permanece en
vuelo desde mediados de junio hasta mediados de septiembre, con un pico importante
en la segunda mitad de julio.
JACATIMES
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