Una iniciativa impulsada por una vecina de Anzánigo, alemana residente, plantea transformar estaciones ferroviarias abandonadas del Canfranero en albergues y espacios culturales, con el objetivo de generar actividad en el entorno y combatir la despoblación rural.
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La propuesta se presentará a la convocatoria estatal de
ayudas contra la despoblación, dotada con 52 millones de euros, que puede
financiar hasta el 90 % de la inversión con un máximo de 300.000 euros por
iniciativa, a través de entidades sin ánimo de lucro en colaboración con
administraciones locales.
Anzánigo se plantea como proyecto piloto, con la intención
de que el modelo pueda extenderse a otras estaciones del eje Huesca–Canfranc
situadas en la Jacetania y el Alto Gállego, muchas de ellas cerradas y sin uso
desde hace años.
La iniciativa ya ha iniciado contactos con asociaciones,
administraciones y gestores ferroviarios, y defiende la recuperación del
patrimonio del Canfranero como una oportunidad para reforzar el turismo de
paso, generar empleo local y fijar población en los pequeños núcleos del
entorno.
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