Los GREIM de la Guardia Civil han vivido unos días intensos con múltiples rescates en el Pirineo aragonés, especialmente en el glaciar del Aneto, donde se registraron varias intervenciones pese a las reiteradas advertencias sobre su peligrosidad. Entre el 10 y el 14 de septiembre, los especialistas atendieron a más de una veintena de personas en distintos puntos del Alto Aragón.
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| OPC GC | Rescate en Panticosa día 14 |
Los primeros auxilios se produjeron el 10 de septiembre,
cuando un senderista de 47 años de Gerona se desorientó en el barranco del Puerto,
en el Sur de Telera (Biescas). Fue localizado por el GREIM de Panticosa y
evacuado hasta su vehículo sin lesiones graves.
El día 11, las operaciones se concentraron en Sallent y
Sahún. Un montañero de Soria, de 36 años, fue rescatado tras perderse en el
Balaitús, mientras que una senderista asturiana, de 48 años, sufrió una lesión
en la rodilla cerca del refugio Ángel Orús y tuvo que ser evacuada en
helicóptero hasta Benasque.
La jornada del 12 de septiembre dejó dos actuaciones: un
guipuzcoano de 51 años, con un esguince, fue evacuado desde las inmediaciones
de Góriz, en Ordesa, tras pasar la noche en el refugio; y un barcelonés de 34
años fue localizado en la Senda del Puente de las Cabras, en Rodellar, tras
haberse extraviado.
El domingo 14 se convirtió en la fecha más complicada, con
siete rescates, varios de ellos en el Aneto. Un joven de Barcelona, de 26 años,
sufrió politraumatismos al precipitarse por el glaciar. Poco después, tres
alpinistas barceloneses de entre 26 y 27 años quedaron enriscados en la rimaya
del Pico Coronas, y más tarde otros cuatro montañeros —dos polacos y dos
checos— tuvieron que ser evacuados en un arriesgado operativo en el glaciar,
con caída de bloques de piedra, tras sufrir uno de ellos fractura de tobillo y
quemaduras.
Los GREIM recuerdan que el glaciar del Aneto, en continuo retroceso, se ha convertido en un terreno de riesgo extremo. Las grietas ocultas, la inestabilidad del hielo y las frecuentes caídas de bloques siguen provocando accidentes graves, a pesar de las reiteradas advertencias. Los especialistas insisten en la necesidad de material técnico adecuado, experiencia suficiente y máxima prudencia antes de afrontar este tipo de ascensiones.
Ese mismo día, un corredor zaragozano de 51 años fue
trasladado desde las inmediaciones del refugio de Estós por dolores en los
tobillos; un montañero de 48 años resultó gravemente herido en la ferrata de
Santa Elena (Biescas) y fue llevado al Hospital San Jorge; y un parapentista de
32 años, de La Jacetania, sufrió una caída en el Pico Aspe, siendo evacuado al
hospital de Jaca.
La jornada se cerró con el rescate de dos veteranos
senderistas guipuzcoanos, de 83 y 79 años, exhaustos en el GR-95, en Riglos.
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