El pasado fin de semana, del 6 al 8 de junio, los GREIM de la Guardia Civil vivieron jornadas de intensa actividad, atendiendo a once personas en diversas incidencias de montaña. A última hora de ayer, la Guardia Civil informó de un senderista francés fallecido en Bierge.
Balance de incidencias en la alta montaña
Las alarmas sonaron en distintas zonas de la geografía pirenaica.
Un montañero valenciano de 44 años sufrió una caída y se hirió con su propio
piolet en el Refugio de Respumoso (Sallent de Gállego).
En la cresta sur del Gran Bachimala, un senderista francés
de 38 años fue sorprendido por una tormenta nocturna, quedando enriscado y con
hipotermia leve.
Más al este, en el Parque Natural Posets-Maladeta, un
montañero catalán de 35 años se fracturó una costilla al resbalar en hielo y
caer siete metros cerca del Pico Maladeta.
Estos incidentes, a menudo imprevisibles, demandaron la
rápida intervención de los equipos de rescate aéreo y terrestre para evacuar a
los heridos a centros hospitalarios más próximos
Complicaciones en barrancos y rocas
El ocio activo en la naturaleza también se saldó con percances en barrancos y vías de escalada.
En el Barranco de Mascún (Bierge),
un barranquista madrileño de 34 años se fracturó el tobillo tras impactar
contra una piedra oculta en una poza.
Cerca de Jaca, en el espectacular escenario de los Balcones
de Anayet (Sallent de Gállego), dos escaladores vitorianos vivieron un momento
de tensión cuando uno de ellos, de 40 años, resbaló y sufrió una fractura de
tibia al golpearse contra la pared.
Estos rescates, que requirieron la movilización de los
equipos más próximos, ponen de manifiesto la importancia de la pericia y el
conocimiento del terreno en actividades de riesgo.
Desafíos por agotamiento, caídas y desorientación
El esfuerzo físico y la desorientación también jugaron su papel en varias intervenciones.
En Aigualluts (Benasque), tres montañeros españoles de avanzada edad (67, 70 y 75 años) tuvieron que ser asistidos por agotamiento, incapaces de continuar por falta de preparación ante las codiciones de la nieve.
En el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, un senderista barcelonés de 48 años sufrió una fractura de fémur por un tropiezo en la senda de Turieto Alto, y una senderista zaragozana se extravió en la ruta de la Cola de Caballo.
Finalmente, un senderista de Zaragoza, de 28 años, sufrió
una luxación de hombro tras una caída en el Valle de Ip (Canfranc), requiriendo
también evacuación en helicóptero.
La labor incansable de los equipos de rescate
La diversidad de los incidentes subraya la labor de los equipos de rescate —los GREIM con helicóptero y médico o sanitario 061 cuando es necesario—, que actúan con profesionalidad y dedicación ante cualquier eventualidad.
La mayoría de los avisos, recibidos a
través del 112 SOS Aragón, demostraron una vez más la vital importancia de la
preparación, el equipamiento adecuado y la prudencia al adentrarse en entornos
de montaña, para evitar poner en riesgo la propia integridad y la de quienes
acuden al auxilio.
Última hora del domingo
A las 17:30 h del domingo, se recibió aviso de que tres montañeros de 54 , 51 y 52 años, todos ellos vecinos de Madrid, por encontrarse enriscados y estar físicamente agotados en la Cresta de Salenques (Benasque), que fueron evacuados y trasladados en la aeronave al Plan de Aigualluts, continuando por su propio vehículo particular.
OPC GC / JACATIMES
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