El nuevo obispo de Jaca y Huesca, Pedro Aguado, “Padre Pedro”, inicia una serie de cartas semanales con un mensaje cercano y sencillo. En esta su primera misiva, se presenta a los fieles, comparte su historia y reconoce con humildad los retos de esta nueva etapa. Este es un resumen de su mensaje.
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DIOCESISDEHUESCA |
El nuevo obispo de Huesca y Jaca, Pedro Aguado, ha dirigido
su primera carta a la comunidad diocesana, dando inicio a una serie semanal que
ha decidido titular “Cartas del P. Pedro”. Con un tono afable y directo, invita
a los fieles a llamarlo simplemente “Padre Pedro”, como siempre lo han hecho
quienes le han acompañado en su vida y misión.
En esta primera misiva, el obispo quiere ante todo presentarse.
Sacerdote escolapio de 67 años —cumplirá 68 el día después de Santa Orosia—, ha
pasado su vida dedicado a la educación y al acompañamiento pastoral,
especialmente con jóvenes y religiosos. Nunca ha ejercido como párroco ni ha
estado al frente de una diócesis, por lo que reconoce con humildad que tiene
mucho que aprender y pide paciencia y oración para esta nueva etapa.
El P. Pedro rememora su vocación nacida en los Escolapios de
Bilbao y su trayectoria en la orden fundada por San José de Calasanz, que lo
llevó incluso a ser superior general. “He aprendido mucho, y mucho más me queda
por aprender”, dice, con la serenidad de quien asume un reto con entrega y
confianza.
Admite que su nombramiento episcopal, anunciado por sorpresa
por el papa Francisco, le costó asimilar. “Lo pensé, lo recé y decidí
obedecer”, confiesa. Aun siendo un cambio radical en su vida, afronta el
encargo con fe y entusiasmo: “Sé de Quién me he fiado”. Y concluye con un
agradecimiento sincero por la acogida, confiando en el apoyo de todos para
caminar juntos.
MARGARITA / JACATIMES
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