El tren Huesca–Canfranc vuelve a circular este lunes 9 de junio, tras casi dos años de parón por obras. El mítico Canfranero regresa con mejoras que acortan tiempos, ganan comodidad y abren camino hacia la tan esperada conexión internacional con Francia y Europa.
ARCHIVO JT
Después de una profunda renovación, la línea ferroviaria
Huesca–Canfranc retoma su servicio. La reapertura del Canfranero marca un
avance clave en la modernización del transporte aragonés, con una reducción de
hasta 30 minutos en los trayectos y condiciones óptimas para pasajeros y
operativa.
La actuación ha supuesto una inversión de 200 millones de
euros para renovar 81 kilómetros de vía, especialmente entre Ayerbe y Canfranc.
Desde la Coordinadora para la Reapertura del Ferrocarril Canfranc-Oloron
(CREFCO) destacan el valor estratégico de esta línea para vertebrar el
territorio y recuperar la conexión con Francia y Europa.
El nuevo trazado deja lista la infraestructura española para
una conexión inmediata al ancho europeo, paso indispensable para restablecer el
enlace transpirenaico. Desde CREFCO insisten ahora en que el reto es aumentar
frecuencias y convertir el tren en una alternativa real de movilidad en el
norte de Aragón.
Inaugurada en 1928, la línea formó parte de un ambicioso eje
internacional interrumpido en 1970 por el colapso de un puente en el lado
francés. Hoy, con la estación de Canfranc rehabilitada como emblema del
proyecto, el Canfranero no solo vuelve a recorrer su camino de hierro, sino que
lo hace con la vista puesta al otro lado de los Pirineos.
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