La fiscal rebaja la petición de pena por imprudencia grave para los padres del bebé zarandeado

En la cuarta y última sesión del juicio que se sigue en la Audiencia de Huesca por la muerte de un bebé en Jaca, supuestamente zarandeado con violencia por sus progenitores, las versiones aportadas difieren sustancialmente sobre las posibles causas de su fallecimiento y la fiscal rebaja la petición de pena de 5 a 4 años.

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Los forenses que realizaron la autopsia creen que las lesiones presentadas por el bebé coinciden con los síntomas típicos del lactante zarandeado, es decir, hemorragias cerebral y retiniana y encefalopatía. Sin embargo, las pruebas radiológicas no son concluyentes. Dejan claro que no pueden valorar la intencionalidad de los hechos que se juzgan.

El neurólogo consultado por la defensa cree que la causa fue una deshidratación ocasionada por los fuertes vómitos que el bebé padecía tras la lactancia y que ocasionaron una hemorragia cerebral, que el covid sufrido semanas antes pudieron influir negativamente y que no presentaba lesiones en los huesos, como suele ser habitual en el 75 % de los casos.

El letrado de la defensa solicita la absolución de sus defendidos o la aplicación de un delito de imprudencia menos grave, que se castiga con sanciones económicas. Insiste en que no hay una causa claramente definida para la muerte del lactante y quedan algunas incógnitas, como la tesis de una incorporación súbita tras los lavados nasales para que el bebé no se asfixiara con los mocos.

Finalmente, la fiscal ha otorgado mayor credibilidad a la opinión de los forenses. “No estamos diciendo que los padres quisieran matar a su hijo, sino que realizaron maniobras desmedidas, desproporcionadas, violentas y temerarias que no han sido capaces de explicar”, concluyó.

Entre lágrimas, la madre manifestó que “desde que murió mi hijo, la vida ya no tiene ningún sentido para mí. Lo esperaba con mucha ilusión y todo esto no me lo podía imaginar ni en la peor de mis pesadillas”. La fiscal, por su parte, ha rebajado su petición de pena de 5 a 4 años por un delito de homicidio por imprudencia grave.

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