En Aragón, las montañas se alzan majestuosas como testigos eternos de la historia y guardianes de un rico patrimonio. Esta exposición, "Enamorados de las montañas", nos invita a recorrer los Pirineos como joyas montañosas que, más allá de sus cumbres, bosques y valles, representan un legado de incalculable valor. Hoy lunes, último día en el Centro Rafael Andolz.
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Los Pirineos aragoneses con sus colosales picos y profundos
valles nos sumergen en una biodiversidad única, hogar de especies emblemáticas
como el quebrantahuesos y el sarrio y de una flora que deshacía el paso del
tiempo y el rigor del clima.
Estas montañas no sólo son escenarios de belleza
paisajística, sino también epicentros de cultura, tradiciones y formas de vida
que deben ser preservadas. La defensa de estos territorios implica un
compromiso con la conservación de sus paisajes, su flora y su fauna, y con las
comunidades que durante generaciones han vivido en simbiosis con estos
entornos.
Desde las rutas ganaderas y las leyendas que se han
transmitido de boca en boca, hasta los productos artesanales y las festividades
locales, cada elemento de estas montañas forma parte de un delicado equilibrio
que debemos proteger.
Esta exposición es un llamamiento a tomar conciencia y
actuar. Porque proteger nuestras montañas no es solo preservar la naturaleza,
sino también garantizar la continuidad de la historia, la cultura y la vida en
estos rincones únicos de Aragón.
AGENDAVERDE / JACATIMES
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