Alrededor de 1300 millones de toneladas de comida acaban en la basura cada año por diferentes causas. Esto representa un 30 % de los alimentos que se producen en el mundo. Al mismo tiempo, se estima que casi 800 millones de personas pasan hambre.
ZEROWASTE |
El movimiento Residuo Cero
—Zero Waste, en inglés— busca que todos los agentes
pertenecientes a la cadena agroalimentaria, incluidos los consumidores finales,
participen en prevenir el desperdicio de alimentos.
Compartimos los cuatros
pilares de una tendencia que está dando la vuelta al mundo y cómo podemos
aplicarla a la hora de consumir nuestros alimentos.
Compras conscientes
Antes de visitar el
supermercado, tómate un momento para planificar tus comidas. De esta forma, no
solo ahorrarás dinero, sino que evitarás tirar comida a la basura.
Como consumidor, tus
decisiones de compra son muy importantes. Y este movimiento mundial nos invita
a hacernos preguntas: ¿Este alimento mejora los medios de vida del pequeño
productor y su familia?; ¿qué significan exactamente los precios bajos? ¡Tus
decisiones pueden cambiar el mundo!
Comprende el inmenso
valor del alimento
El alimento que está
delante de ti es fruto del trabajo de un agricultor o pequeño productor en
algún lugar del mundo y de uso recursos como el agua, el suelo y el transporte.
Como ves, ¡es muy valioso! Especialmente si tenemos en cuenta que hay millones
de personas en el mundo que padecen hambre.
Reduce el desperdicio
al mínimo
Según la FAO, un tercio
de los alimentos que se producen a nivel mundial acaba en el contenedor. Los
expertos dieron hace tiempo la voz de alarma: necesitamos prevenir el
despilfarro de alimentos en toda la cadena de suministro para aliviar los
efectos del calentamiento global y reducir el uso de agua y la presión ejercida
sobre los suelos. Parte de la solución es reducirlo al mínimo.
Por ejemplo, puedes
aprovechar trozos de algunas verduras para elaborar un delicioso caldo o puedes
colocar las zanahorias mustias en agua para revitalizarlas (¿conocías este
truco?). También puedes congelar el alimento para evitar que se eche a perder o
realizar una receta de aprovechamiento con las sobras de tu nevera.
Los restos, ¡al
contenedor orgánico!
Cualquier sobra
orgánica puede depositarse en el contenedor marrón. De esta manera el
desperdicio se puede utilizar para hacer compost, un biorresiduo muy utilizado
como fertilizante e incluso para generar energía.
ZEROWASTE / JACATIMES
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