Benasque, Anciles, Canfranc, Sardas y Aínsa ostentan entre todos cinco estrellas Michelín. Un atractivo circuito pirenaico de cocina de calidad para los amantes del turismo gastronómico, en crecimiento, que no intenta hacer sombra sino complementar con estilo a nuestra olla jacetana, que también tiene lo suyo.
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| ELADEREZO | Tournedó de ternasco de Aragón |
Los tres últimos restaurantes, incorporados el martes a este
selecto club en la Gala Michelín de Murcia, fueron Ansils en Anciles, Casa
Arcas en Villanova y La Era de los Nogales en Sardas. Con ellos, Aragón se
sitúa con once estrellas Michelín, de las que siete están en Huesca y, de
estas, cinco en el Pirineo Oscense.
Todos los “michelines” identifican la formación, las ganas y
la juventud como factores clave para el éxito de su cocina, asegurado por las
dos escuelas de la provincia, San Lorenzo en Huesca y Guayente en el valle de
Benasque.
La olla jacetana, por cierto, se incorporó en la carta de
dos restaurantes en Asunción, Paraguay, uno de ellos popular y el otro de
cierto nivel. Este último consiguió que un artesano local le hiciera todo el
menaje con el ajedrezado jaques y que alguien se ocupara de cultivar una
legumbre similar a los boliches de Embún.
El público, en su mayoría españoles residentes, hace una
magnífica labor de marketing “boca a oreja”, manteniéndose en el menú durante
los dos últimos inviernos y “los que vengan”, nos dice Paco, un leonés adicto
ya a la olla jacetana.
JACATIMES
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