El verano ya queda muy atrás y el otoño sigue su curso. Esta es una estación ideal para aquellos que buscan hacer el Camino de Santiago en un ambiente más relajado, sin tantas aglomeraciones. Dejamos aquí unos consejos para el peregrino y algunos planes para esta preciosa época del año.
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El otoño es una estación tranquila en la que las cosas
parecen volver a su ritmo normal. El Camino de Santiago también sigue esta
tendencia y, tras los miles de peregrinos del verano, durante los próximos
meses todas las rutas bajan mucho en número de caminantes.
¿Qué ruta del Camino
es mejor para hacer en otoño?
Seguro que ya sabes que Caminos hay unos cuantos. Cuando
sepas de cuántos días dispones y tú condición física, podrás elegir tu ruta en
consecuencia.
Tu condición física determinará cuántos kilómetros puedes
hacer al día. Infórmate con antelación de las opciones de alojamiento públicas
o privadas, porque algunos albergues y empresas del Camino dejan de prestar
servicio durante los meses de otoño e invierno. El traslado de mochilas con Correos
sigue activo en los principales itinerarios.
Ropa, calzado y material para el Camino
Para hacer el Camino en otoño necesitarás lo mismo que para
hacerlo en verano... con algunos extras. Elegir bien la mochila que vas a
llevar: que esté en perfecto estado, sin descosidos ni zonas gastadas, que sea
de un material impermeable y resistente y que te resulte cómoda. Aunque llueva
todo el día y acabes empapado, lo más importante es que tu saco de dormir y tu
ropa de repuesto no se moje.
Lleves la ropa que lleves es muy probable que te mojes
cuando no pare de llover en una etapa. La ropa de trekking es ligera y si has
elegido la ruta con cuidado no necesitarás nada muy aparatoso. Al final de cada
etapa, mira el pronóstico para el día siguiente y piensa qué vas a llevar
puesto y qué dentro de la mochila “por si acaso”.
Te recomendamos llevar pantalones resistentes a la lluvia,
de material tipo GoreTex, calcetines gordos y transpirables para evitar el
exceso de humedad y un buen chubasquero, o bien la ya tradicional capa de agua
que muchos peregrinos usan para tapar sus mochilas y a ellos mismos, pero que
es un tanto incómoda para caminar.
Las botas de montaña son lo que mejor te aislará de la
lluvia. Entérate de si tu ruta tiene muchos tramos por asfalto, ya que en ese
caso conviene llevar también unas zapatillas deportivas. En otoño es
especialmente importante mantener seco el calzado. Cuando las quites,
ventílalas y déjalas hasta el día siguiente con papel de periódico por dentro.
¿Qué hacer en el Camino de Santiago en otoño?
Los pueblos por los que pasa el Camino siguen con su vida y
sus fechas señaladas en el calendario. ¿Por qué no participas en alguna de
ellas? Hacer la ruta es una estupenda forma de descubrir de primera mano, por
ejemplo, la tierra de donde salen esos vinos que gustan en todo el mundo.
En muchos lugares del norte de España se celebra el “mangosto”.
Párate a comer castañas. O apúntate a unas jornadas micológicas y ve a buscar
setas.
Puedes obtener detalles completos en la web de Correos,
accesible desde aquí mismo.
CORREOS / JACATIMES
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