Rendimos homenaje hoy a un miembro fundamental del núcleo familiar. Celebramos el Día de la Madre, honrando de una manera especial a todas las madres del mundo: el comienzo de la vida, la protección, la alegría y la esperanza. Ser madre no significa solamente criar y satisfacer las necesidades de sus hijos, representan el amor y apoyo incondicionales en su desarrollo.
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Los orígenes de esta celebración provienen de la
civilización egipcia, donde la Diosa Isis, conocida como la "Gran
Madre" era objeto de culto y homenaje. En la antigua Grecia era la Diosa
Rea, madre de los Dioses del Olimpo, y en el Imperio Romano se rendía culto a
la Diosa Cibeles, la Diosa Madre.
El catolicismo en Europa transformó esas celebraciones y las
trasladó a la Virgen María, madre de Jesús de Nazaret. El 8 de diciembre de
1954, el Papa Pío IX declaró que en esta fecha se celebrara el Día de la Madre,
en honor a la Inmaculada Concepción, reubicada posteriormente al primer o
segundo domingo de mayo según el país.
El budismo habla mucho del cariño de la madre hacia el hijo.
Hay un sotra "la profunda bondad de los padres y la dificultad de
corresponderles" en el que el budismo recuerda todo el cariño de la madre,
expresado en los diez generosos cuidados que nos recuerdan su amor.
Proteger y cuidar al niño dentro de la madre.Aguantar el dolor del parto.Olvidar todo el dolor cuando el hijo ha nacido.Comer ella el bocado amargo y guardar el dulce para su hijo.Poner al hijo en lugar seco y acostarse ella en lo mojado.Amamantar al hijo y darle de comer y hacer que crezca.Limpiar la suciedad del hijo.Pensar siempre en el hijo que está lejos.El interés y devoción sinceros.El cariño hasta la muerte.
Reconozcamos lo difícil que es devolver todo esto.
JACATIMES
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