El consejero de Fomento de la DGA, exigió en una carta al ministro de Transportes que adelantara de 2029 a 2026 la ejecución de los últimos 8 km de la autovía A-23, entre Lanave y Sabiñánigo, ante las restricciones de tráfico que se generan continuamente. El ministerio lo ha rechazado, alegando las dificultades que entraña una carretera de montaña. Sorprendente.
EFEGE |
El ministro Oscar Puente, poco instruido en geografía y divorciado
en cultura —según dicen quienes
le conocieron en Valladolid—,
ignora que España es un país montañoso, y que esas supuestas dificultades las
va a encontrar, idénticas, en cualquiera de los sistemas, cordilleras y macizos
que cruzan y entrecruzan la península Ibérica, como se observa en el mapa de
abajo, que dedicamos amigablemente al mencionado prócer.
La respuesta del Ministerio, recibida el 2 de abril, “no aborda ni rebate en
ningún momento la solución técnica planteada por la DGA para reducir de 60 a 30
meses la conversión en autovía de los ocho kilómetros entre Lanave y
Sabiñánigo, que hacen de la A-23 en ese punto un auténtico desastre para miles
de conductores, condenados a sufrir reiteradas y peligrosas retenciones cada
vez que hay afluencia de turismo”, e incluso cuando no lo hay.
La tal respuesta al Ejecutivo aragonés “en ningún
momento muestra la más mínima intención de considerar siquiera la propuesta,
limitándose a decir que se trata de una carretera de montaña, con las
dificultades añadidas que esto supone” (sic).
Lamentan en la DGA que el Gobierno de la Nación no considere
la reducción de plazos en un tramo tan conflictivo como este, “que daña la
imagen de Aragón y pone en riesgo la seguridad de miles de conductores en sus
desplazamientos hacia y desde el Pirineo".
DGA / JACATIMES
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