El director general de Tráfico (DGT) anunció el año pasado una medida clave: la desaparición de los triángulos en caso de avería o accidente en autovías y autopistas, aunque siguen siendo obligatorios en carreteras convencionales. Se refirió también a otras medidas no menos importantes, con soluciones app.
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Cuando el director general de Tráfico presentó las cifras de siniestralidad, destacó que el 11 % de los fallecidos en carretera son peatones. Ese mismo día anunció una medida clave: desaparecía la obligación de colocar los triángulos de preseñalización de peligro en caso de avería o accidente en las autopistas y autovías.
Así, cualquier automovilista que detenga su coche en el
arcén por una emergencia en estas vías, puede quedarse a resguardo en su
vehículo. A la vista de los datos, la DGT considera que caminar por el asfalto
resulta más peligroso que no hacer nada.
De hecho, hasta diciembre, la DGT había certificado ya 25
dispositivos V-16 que, conectados con la DGT 3.0, registran en tiempo real
cualquier circunstancia que ocurra en la vía. Al organismo que regula la
circulación le llegan —o le
irán llegando poco a poco, según se modernice el parque automovilístico— datos anónimos de los ordenadores
de a bordo de los coches, de las balizas V-16 y de los nuevos conos de obra
conectados.
Automatización y digitalización sirven también para la
detección de infracciones. Una aplicación es la instalación de una cámara de
vídeo junto a una señal de stop en una intersección, con la misión de detectar
a los vehículos que no se detengan totalmente ante la señal. Una tecnología
similar servirá para vigilar a los conductores que cambian de carril a pesar de
la línea continua. Este año finalizan los periodos de prueba.
ELMOTOR / JACATIMES
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