En la creencia popular, los años bisiestos han sido etiquetados como periodos de mala suerte, asociados a tragedias que han dejado una marca indeleble en la historia. La pregunta que surge es inevitable: ¿es cierto que estos años traen consigo desgracias o es simplemente una casualidad histórica?
DEPOSITPHOTOS |
El origen de esta percepción se remonta a épocas del Imperio
Romano, donde la relación entre febrero, considerado un mes relacionado con los
muertos, y el año bisiesto, con un día adicional en este mes, se asociaba con
la mala suerte. Un refrán popular resume esta idea: “Año bisiesto, año
siniestro”.
Sin embargo, la realidad detrás de la existencia de años
bisiestos es mucho más pragmática. Estos años se introducen para sincronizar el
calendario solar con el cronológico, asegurando que las estaciones no pierdan
su coherencia a lo largo del tiempo. Cada cuatro años, se agrega un día extra para
compensar la diferencia de 0,24 días que el calendario solar excede al
convencional.
El mundo recibió la llegada del 2024 con la esperanza de un
mejor futuro. Sin embargo, históricamente, algunos de los eventos más
impactantes y desgarradores han ocurrido en años bisiestos, lo que ha
alimentado la creencia en su maldición.
Desde la muerte simultánea de dos gigantes literarios,
Cervantes y Shakespeare, en 1616, hasta la tragedia del Titanic en 1912, y
eventos más recientes como la pandemia del covid-19 en el último año bisiesto,
2020. La conexión entre estos periodos y acontecimientos desafortunados es
innegable.
En 1772, se introdujo la guillotina como método de ejecución
y, en 1812, Napoleón sufrió su derrota más devastadora en Rusia. La
construcción de Auschwitz en 1940, los asesinatos de figuras destacadas como
Mahatma Gandhi, Martin Luther King y John Lennon en años bisiestos, parecen
tejer una narrativa sombría.
En Jaca, sin embargo, algunos años bisiestos han dejado en
su historia efemérides que nada tienen de siniestras. Veamos: En 1016, Sancho
III se proclama en Jaca Conde de Aragón; en 1068, el Papa otorga a Sancho
Ramírez legitimidad para sus empresas de reconquista; en 1544, se habilita la
Casa Consistorial, de estilo plateresco de la época; en 1592, Felipe II ordena
la construcción de una fortaleza; en 1908, derribo de la muralla medieval…
Seguro que hay muchos ejemplos más en uno u otro sentido.
Es esencial recordar que la realidad es más compleja que
cualquier superstición. La historia está llena de giros impredecibles,
independientemente del año en curso.
JACATIMES
0 Comentarios