El proyecto para conectar las estaciones de esquí de Astún y Candanchú tiene tanta incertidumbre, que cada paso que se da, aunque sea pequeño, tiene un gran protagonismo. Turismo de Áragón publicó ya antes de Navidad el concurso para la licitación de la "Redacción del Proyecto de Interés General de la Unión de Estaciones de Astún y Candanchú mediante transporte por cable".
El 31 de enero se realizará
la apertura de las propuestas de proyecto presentadas y, una vez obtenidos
todos los permisos, incluido el de impacto medioambiental, las obras podrían
comenzar este próximo verano. Hay que darse prisa para que no poner en riesgo
los fondos de la UE, quien exige que el 50 % de obra está terminada antes de
finalizar 2024 y el otro 50 % para 2025.
De ser así, si se
cumplen los plazos, la telecabina se podría poner en marcha para la temporada de
2025-2026 como pronto. Hace más de 25 años que se persigue oficialmente esta
unión de estaciones. Un proyecto que ya se incluía cuando se decidió abrir las
pistas de Astún, y que incluso iba más allá, conectándose también a las de
Formigal. Un dominio esquiable resultante con el que se esperaba captar al
esquiador internacional.
Aunque por entonces se la
quiso bautizar como “telecabina Izas”, todavía no ha trascendido el nombre que
se le dará ahora. Sí se sabe que el remonte tendrá una extensión aproximada de
2,5 kilómetros, sustentado por 16 pilonas, con salida en la cota baja de
Candanchú y llegada a una zona intermedia en Astún.
La instalación contará
con 60 cabinas de 10 pasajeros y portaesquís interno, con una capacidad de
trasporte de 2400 esquiadores/hora. El presupuesto disponible para la redacción
del proyecto gira en torno a los 260 000 euros, y para el total de las obras se
destinan 26 millones de euros.
NEVASPORT / JACATIMES
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