El material de seguridad en terreno de aludes actúa como un seguro de vida, haciendo el rescate mucho más rápido y eficiente si nos vemos atrapados en un deslizamiento. Cada uno debería llevarlo siempre, pero actuando con responsabilidad para no tener que usarlo.
ACNA |
Manejar este material con rapidez y soltura —aspecto clave si tenemos que
usarlo en una situación de estrés por accidente real—, requiere formación y práctica. Es imprescindible invertir no
solo en la compra del equipo, sino también en aprender a usarlo correcta y
eficientemente. Y, por supuesto, de manera periódica, por lo menos al inicio de
cada temporada, refrescando
su manejo mediante ejercicios prácticos.
La formación de seguridad en terreno de aludes se puede
realizar en tu club de montaña, de la mano de guías de montaña, o en
asociaciones especializadas como ACNA (Asociación para el Conocimiento de la
Nieve y los Aludes). Esta entidad imparte regularmente cursos de Seguridad en
Terreno de Aludes, pensados para montañeros que frecuentan terreno de esta
naturaleza con la necesidad de ser autónomos en la evaluación de la nieve, del
terreno y la ejecución del autorrescate.
Llevar este material de seguridad no evita que una avalancha
nos atrape, ni que si ésta nos alcanza vayamos a salir indemnes. Sin embargo
facilitará, en caso de vernos atrapados por un alud, un posible rescate más
rápido, el que realizará el propio grupo u otras personas que estén en la zona
y con el equipo necesario.
El material de seguridad para actividades en montaña
invernal es como el cinturón de seguridad en el coche: debemos llevarlo
siempre, pero también debemos actuar responsablemente para evitar tener que
usarlo. Igual que no vamos a toda velocidad por una carretera o sin hacer caso
de las señales de tráfico, en montaña no iremos de cualquier manera y pasando
por cualquier lugar sin observar ni reflexionar, sólo porque llevemos este
material de seguridad. El mejor accidente es el que no se produce.
FAM / JACATIMES
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