Se trata de una fuerte aportación económica del Gob. de Aragón de más de cien millones de euros que llegan al Pirineo y a otros territorios de la comunidad como un positivo “anticiclón económico” que desatascará algunas iniciativas altoaragonesas, enriquecerá el Fondo de Cohesión Territorial y facilitará la entrada en el mercado laboral de nuestros jóvenes.
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Los primeros positivos efectos anticiclónicos económicos llegan seis meses después de que Jorge Azcón, entonces candidato al Gob. de Aragón, anunciara el Plan Pirineos, con una inversión de 250 millones de euros en ocho años. El hoy presidente aragonés ha detallado el primer paquete de acciones, con un montante de 75 millones de euros, que quiere desarrollar en dos legislaturas.
Acciones que pasan por llevar a buen puerto la unión
Astún-Candanchú, la telecabina de Benasque a Cerler o la conexión de Cerler con
Castanesa, además de dar cobertura a otras iniciativas, como la construcción de
un tobogán de montaña en Panticosa, proyectos que, en su mayor parte, no contaban
con asignación suficiente.
Por otro lado, se ha anunciado que el Fondo de Cohesión
Territorial se multiplicará por más de seis en el próximo proyecto de presupuestos,
alcanzando así una cifra cercana a los 19 millones de euros. De esta manera,
comprenderá líneas en materia de vivienda, educación, cultura, seguridad, apoyo
a los municipios de menor capacidades de gestión, servicios bancarios,
servicios sociales, comercio de proximidad y comunicaciones. Anteriormente, el
Fondo se reducía a la rehabilitación de viviendas y a la promoción de
actividades culturales.
Finalmente, los últimos coletazos del anticiclón, en
forma ya de fina lluvia redentora de muchos olvidos, destinan 9,3 millones de euros a una nueva
propuesta formativa, innovadora, y que pretende ofrecer un nuevo camino
educativo encaminado a facilitar la entrada en el mercado laboral de los jóvenes
de 16 a 29 años.
AH / JACATIMES
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