El Depto. de Medio Ambiente ha iniciado trabajos forestales de mejora del hábitat del urogallo en el Pirineo, una especie catalogada en peligro de extinción tanto en la comunidad aragonesa como en todo el territorio nacional. Se realizarán tratamientos silvícolas en 300 hectáreas, con una financiación de 1,4 millones procedentes de los fondos Next Generation.
DEPOSITPHOTOS |
Las actuaciones se desarrollarán dentro de la actuación
denominada Plan de restauración y mejora de hábitats del urogallo (Tetrao
urogallus) en Aragón. El objetivo es conseguir gradualmente estructuras
forestales heterogéneas que, además de asegurar la persistencia y la
estabilidad de la masa forestal, incrementen los niveles de madurez del bosque
de acuerdo con los parámetros estudiados sobre el hábitat óptimo para el
urogallo. Así, se trata de que las masas forestales tratadas dispongan de
espacios abiertos que permitan la entrada de luz para el desarrollo de especies
productoras de frutos e insectos, además del vuelo del urogallo a través del
bosque.
Una mayor diversidad de estructuras facilita albergar a su
vez mayor biodiversidad a todos los niveles, lo que incrementará la capacidad
de acogida para el urogallo, y para otras especies de hábitos forestales. Así,
especies como el mochuelo boreal, el mochuelo chico, o el pito negro se verán
también favorecidas por esta gestión del hábitat. Lo mismo ocurrirá con
especies de flora y fauna vinculadas a bosques maduros, así como las
dependientes de la madera muerta en descomposición o de la existencia de
pequeños claros en el bosque.
Los datos sobre la población de urogallos en el Pirineo
aragonés revelan un declive importante. Se ha pasado de contar con 154 machos
en el censo de 1990 a tan solo 40 detectados en 2017. Además, se ha constatado
la desaparición de varios cantaderos y la disminución del área de distribución
de la especie. En 2021 se realizó una nueva evaluación de la población con una
metodología novedosa, basada en el análisis genético de excrementos, y cuyos
resultados están aún en fase de elaboración.
Los motivos del retroceso en la población son complejos.
Esta especie es una superviviente de otros periodos climáticos, que tuvo su
máxima área de distribución en la época glacial. Desde entonces la tendencia
climática ha empujado su hábitat natural, el bosque boreal, a zonas alpinas
cercanas al límite del arbolado. Los usos tradicionales del bosque como el
pastoreo y el mantenimiento de pastizales de puerto, así como la extracción de
leñas y madera, permitieron la conservación de zonas adecuadas para la especie.
AH / JACATIMES
0 Comentarios