Profesorado y alumnos del Centro de Adultos Jacetania (CPEPA) realizaron un paseo interpretativo por el valle del Aragón, de la mano de José Miguel Navarro, educador medioambiental muy conocido en el Alto Aragón por sus estudios etnográficos y actividades divulgativas sobre la naturaleza y las creencias del mundo que le rodean.
CPEPA |
Así nos lo cuentan: “Nos desplazamos a las ruinas del Hospital de Santa Cristina, en Somport, donde nos habló de sus orígenes, su función como hospital de acogida de peregrinos que cruzaban desde Francia camino de Santiago de Compostela, su importancia, sus estancias…
“De allí bajamos caminando por el Camino de Santiago hasta
Canal Roya, donde nos explicó infinidad de plantas, sus curiosidades, el uso
que de ellas se hacía en tiempos pasados, los diferentes nombres de las mismas —científico, popular y aragonés—, al tiempo que hicimos varias
paradas para visitar diferentes búnkeres de la Línea P o las ruinas del
Castillo de Candanchú, de los que nos contó sus usos en diferentes períodos de
la historia.
“Seguidamente, en Villanúa, visitamos el Dolmen de las
Güixas, un monumento megalítico de época
Neo-Eneolítica del que se conserva la cámara funeraria completa, monolitos
laterales y cubierta. Escuchamos atentamente diferentes teorías que explicaban
la creación y utilidad de este tipo de estructuras.
“Tras comer junto a la ermita de San Adrián de Sásabe
(Borau), José Miguel nos habló de esta construcción, uno de los monasterios más
importantes de la Alta Edad Media, en el que estuvo oculto el Santo Grial antes
de su traslado a Jaca. Conocimos sus orígenes, su historia y el porqué de su
construcción en este lugar. En su interior nos convertimos en zahorís.
Utilizando una técnica ancestral llamada radiestesia que estimula la consciencia
de los sentidos, y ayudados por varillas, elementos que amplifican las
radiaciones, fuimos capaces de descubrir por donde transcurrían corrientes de
agua subterránea. Muy interesante.
“Tras una última parada en Aratorés para visitar su iglesia
y, en particular, su crismón trinitario, su lauda epigrafiada y la losa
sepulcral situada en el vano de la puerta, regresamos a Jaca.
“Experiencia única y muy enriquecedora. El paseo
interpretativo que nos hizo José Miguel hizo las delicias de todos los asistentes.
Un gran profesional que disfruta con su trabajo como educador ambiental y que
sabe transmitírtelo como nadie. Esperamos repetir el próximo otoño”.
CPEPA / JACATIMES
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