Aunque todo apunta a que los restos encontrados en Peña Oroel podrían ser los del ciudadano francés acusado de doble asesinato que se encontraba en paradero desconocido desde el 4 de julio del pasado año, se deberá esperar a la confirmación indubitable, tras el correspondiente análisis de las pruebas de ADN.
GUARDIACIVIL |
El domingo se recibió una llamada telefónica en el Cuartel
de la Guardia Civil de Jaca, en la que un cazador informaba que se encontraba
en una batida de caza en la zona baja de la Peña Oroel y habían localizado un
cadáver.
Inmediatamente se dirigieron al lugar personal del Equipo de
Policía Judicial junto con personal de Seguridad Ciudadana de Jaca. Tras dejar
el vehículo en un camino, continuaron a pie hasta llegar al lugar donde se
encontraban los restos que, dada su ubicación, se tuvo que solicitar apoyo del
helicóptero de la Unidad Aérea de la Guardia Civil con base en Huesca y del
GREIM de Jaca para su evacuación del lugar.
Autorizado el levantamiento del cadáver por el Juez de
Instrucción de Guardia de Jaca, el mismo fue trasladado por el GREIM hasta un
lugar donde pudo ser recogido por el helicóptero de la Guardia Civil. Posteriormente,
fue trasladado hasta la localidad de Huesca, donde los servicios funerarios lo
condujeron hasta el depósito de cadáveres del Hospital Provincial de Huesca,
para la realización de la autopsia.
Según los enseres localizados junto al cadáver, todo apunta
a que podría tratarse de un ciudadano francés que se encontraba en paradero
desconocido desde el pasado día 4 de julio. No obstante, se está a la espera de
los resultados del correspondiente análisis de ADN.
El cazador informante y sus compañeros de batida, de Jaca,
aseguraron a los medios que el cuerpo, en avanzado estado de descomposición, mantenía
aun una pistola en la mano apuntando a la cabeza. Primeramente, encontraron un
casco de moto blanco con un teléfono móvil y su cargador en su interior y, cerca
del cadáver, una mochila que, abierta por los agentes, contenía algunas latas
de comida y munición.
Como se recordará, este individuo —suponiendo que sea el cadáver de Cédric Tauleygne— asesinó, al parecer por celos, a
su esposa, de 32 años, de la que se estaba separando y a su pareja, de 55,
profesores de francés y educación física respectivamente, en un colegio en las
cercanías de Tarbes.
OPC GC / JACATIMES
0 Comentarios