El programa lúdico cultural de actividades de la Biblioteca Municipal para desarrollar hasta mayo incluye cine, cuentacuentos, presentaciones de libros, concurso de cuentos, tertulias literarias etc., del que entresacamos las tres actividades agendadas para la segunda quincena de febrero.
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| MÓNICAGUTIÉRREZ |
La Biblioteca de Jaca ha dispuesto el desarrollo de variadas
actividades lúdico culturales para este invierno y comienzo de la primavera,
dirigidas a todo tipo de público, con especial atención hacia los más pequeños.
Destaca la 19ª Edición de Concurso de Cuentos Ilustrados,
cuyas bases están disponibles en la biblioteca. El plazo de presentación expira
el 17 de marzo y los premios se entregarán el 22 de abril, con motivo del Día
del Libro.
Periódicamente publicamos las actividades correspondientes a
cada quincena de cada mes, para evitar difundir información poco práctica por
su lejanía en el tiempo.
El taller de máscaras es una actividad divertida para carnaval que consiste en la construcción y creación de divertidas mascaras que cada niño y niña podrá usar en la fiesta de carnaval. En este taller, los niños aprenderán a manipular los diferentes materiales, a la vez que desarrollan su imaginación y creatividad construyendo las máscaras de carnaval.
Este cuento tradicional del Sáhara relata de Abdel, un pequeño erizo bueno y trabajador que pasa la vida cultivando su campo hasta que un día llega Mohamed, un chacal malvado, que le arrebata sus tierras y le hace trabajar para él. Sin embargo, la inteligencia del erizo conseguirá burlar la codicia del chacal.
Tanto el libro como la película tienen un gran parecido con la novela “Quo vadis”, todas ambientadas en la Antigua Roma bajo el reinado del emperador Nerón. Fue nominada a un Óscar por mejor fotografía. Es la tercera y última película religiosa de De Mille, tras “Los diez mandamientos” (1923) y “El rey de reyes” (1927).
(*) Qué es el kamishibai
Estamos en 1930, en una de las calles más populosas de Tokio. A lo lejos se ve llegar a un hombre en bicicleta. El hombre se apea de ella y hace sonar una carraca. Pronto empiezan a arremolinarse en torno a él decenas de niños.
Es lógico, el hombre es un vendedor de golosinas. Pero,
además, trae consigo el kamishibai o teatro de papel. Saca un teatrillo de
madera del tamaño poco más grande que un maletín, por el que comienza a
deslizar unas láminas con unos dibujos de trazos gruesos y sencillos. En su
reverso está escrito un texto con rápidas descripciones y diálogos vivaces, que
el hombre lee. Los niños escuchan y miran boquiabiertos, gritan aterrados o
ríen a pleno pulmón.
El kamishibai nunca falla, es mágico, siempre consigue
atrapar la atención de los niños, hacerlos atravesar esa línea que separa la
fantasía de la realidad.
BM / JACATIMES
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