Noche de Reyes Magos: Amaneció por fin el día de la ilusión

Los Reyes Magos llegaron puntualmente ayer al Ayto. de Jaca para ser agasajados por la corporación municipal y, de paso, organizar la distribución de tantos regalos y juguetes en solo unas horas, convenientemente abrigados, por cierto.

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Quedó todo muy bien planeado, con la cooperación de pajes y voluntarios porque, sin su ayuda y a pesar de la magia, no hubiera sido posible llegar a todos los niños en una sola noche, para que a ninguno le falte su juguete. No hubo carbón para nadie.

Desde las escaleras del ayuntamiento, hablando correctamente en español —que para eso son magos—, dedicaron unas cariñosas palabras a los niños concentrados en la calle Mayor. Luego subieron a sus carrozas para iniciar la cabalgata, acompañados de varios grupos deportivos y de animación de la ciudad, aplaudidos y vitoreados por todos los pequeños y mayores ubicados en aceras o asomados a balcones y ventanas. ¡Todo un inolvidable espectáculo!  

Recepción oficial en el Palacio de Congresos con nervios y ganas de que amaneciera. Y sí, la noche fue larga para muchos, pero amaneció. Y allí estaban los regalos, los juguetes, bajo el árbol de Navidad —todavía en el salón de la casa—, o en los calcetines o encima de la mesa. Cada uno con lo suyo… aunque dicen que a un infante que había pedido un balón de fútbol como el del Mundial le trajeron una bicicleta. Un pequeño error sin importancia que al niño no le importó.

Dedicamos estas últimas líneas a dos protagonistas menos conocidos del día de Reyes: el roscón y el “tontolaba”. Los roscones no se pueden traer desde muy lejos porque se estropearía el relleno, así que hay que comprarlos en alguna de las pastelerías de Jaca, que los hacen riquísimos.

Todos llevan un “haba” en su interior, aunque ahora sea una figurita de plástico. A quien encuentra el “haba” en su trozo, antes o después de mojarlo en el chocolate, se le llama cariñosamente “el tonto del haba”, y debe pagar el roscón, como mandan los cánones:

“Aquel que el haba, por desdicha, en su trozo hubiera de encontrar,

el festejo, el chocolate y el roscón, de su bolsillo debe pagar”

Claro que el “tontolaba” no lo será tanto si en su pedazo de roscón tropieza con una de las monedas de plata o incluso de oro que llevan algunos de los roscones de Echeto.

¡ Feliz día de Reyes Magos !

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