El próximo domingo, 6 de noviembre, se celebra el Día de la Iglesia Diocesana. Una Jornada para tomar conciencia de nuestra pertenencia a una comunidad diocesana, en nuestro caso la de Jaca; una fecha propicia para rezar por todos los que la formamos, un día para colaborar a su sostenimiento.
CONFERENCIAEPISCOPAL |
Pensemos en la mejor forma y manera de apoyar según
nuestras posibilidades. Una jornada que se convierte en una oportunidad para
dar las “Gracias por tanto”, que es el lema que se propone para este año.
El Día de la Iglesia diocesana es un día de fiesta. Un día
para celebrar que “juntos logramos una parroquia viva, apasionada y entregada a
los demás”. Cada año, esta campaña, pone su empeño en recordar que en la
parroquia nacemos a la fe y en ella descubrimos que somos una familia dentro de
otra gran familia, la de los hijos de Dios. Pero, además, activa a “esta gran
familia” a ponerse al servicio de los demás y a contribuir para hacer una
parroquia más comprometida y cercana porque “juntos llegamos más lejos”.
España, la Iglesia católica se estructura en torno a 70
diócesis, 69 territoriales a las que hay que unir el arzobispado Castrense.
Según los datos de la última Memoria anual de actividades, la Iglesia cuenta
con 22 988 parroquias; 16 500 sacerdotes; 1066 seminaristas; 35 500 religiosas
y religiosos; 8436 monjes y monjas de clausura; 10 600 misioneros y millones de
laicos. De ellos, 408 722 forman parte de alguna de las 86 asociaciones y
movimientos.
El Día de la Iglesia Diocesana es una ocasión para recordar
que la actividad celebrativa, pastoral, evangelizadora, educativa y cultural de
la Iglesia es posible gracias a los 41 millones de horas al año que se entregan
de manera generosa. Un compromiso que resulta tan decisivo, especialmente en
momentos de tanta necesidad como el actual, que la campaña de este año se ha
querido centrar en el agradecimiento: “Gracias por tanto”.
En este día nos proponen cuatro alternativas de
colaboración:
– Tu oración: Puedes rezar por tu parroquia, porque tu
oración es necesaria y será el alma de toda la actividad que se realice. Con
ella, los frutos serán mayores y más permanentes.
– Tu tiempo: Dedica algo de tu tiempo en tu parroquia a los
demás. El tiempo que puedas: media hora, una, tres horas… Lo que se ajuste a tu
situación de vida.
– Tus cualidades: Cada uno puede aportar un poco de lo que
sabe: una sonrisa cercana, una mano que apoya un hombro desconsolado,
remangarse cuando sea necesario, acompañar en silencio al que sufre.
– Tu apoyo económico: Haz un donativo. Con tu aportación
periódica ayudas más, porque permiten elaborar presupuestos y mejorar la
utilización de los recursos y planificar acciones a medio y largo plazo.
Gracias por tanto. Gracias por todo.
CONFEPISC / JACATIMES
0 Comentarios