De un total de 40 pollos de quebrantahuesos nacidos de manera natural, el Pirineo aragonés ve volar 21 pollos que sobrevivieron durante la temporada 2021 – 2022. Las elevadas temperaturas de este año podrían ser uno de los desencadenantes de este alto patrón de mortalidad.
ARCHIVOJT |
El inventario y seguimiento anual de la reproducción del
quebrantahuesos es una labor fundamental para conocer la evolución de la
población y el estado de conservación de la especie en Aragón. Permite conocer,
entre otras cosas, el tamaño poblacional, así como otros parámetros
demográficos como la productividad o el éxito reproductor, indicadores de la
salud de la población de esta especie amenazada en la Comunidad Autónoma.
El inventario concluye que la población se distribuye por el
Pirineo y Prepirineo aragonés y el Moncayo y que está constituida por 86
unidades reproductoras de las cuales un tercio están compuestas por tríos
poligámicos y que ha duplicado sus efectivos en las últimas dos décadas.
Con estos datos, la productividad de la población aragonesa,
entendida como el número de pollos que llegan a volar respecto al número de
unidades reproductoras analizadas, se sitúa en 0,24 mientras que el éxito
reproductor, es decir, el número de pollos volados respecto al número de
puestas detectadas es de 0,34. Estos datos muestran estabilidad en la población
respecto a los mismos parámetros de años anteriores.
Sin embargo, este año se ha detectado una alta mortandad de pollos de edad avanzada —más de 40 días— algo que no es muy habitual. Se desconocen las razones exactas de este hecho, pero sin duda las elevadas temperaturas de este año podrían ser uno de los desencadenantes de este patrón de mortalidad. La posibilidad de alguna enfermedad desconocida por el momento también podría explicar estas pérdidas.
El seguimiento de la población
El trabajo de seguimiento de la población de quebrantahuesos
se realiza, tanto por Agentes de Protección de la Naturaleza (APN) del Gobierno
de Aragón, como por técnicos de la Fundación para la Conservación del
Quebrantahuesos (FCQ).
Consiste en el desarrollo de una serie de controles
consecutivos en las áreas de cría, incidiendo en las épocas consideradas
cruciales del ciclo vital de la especie, lo que permite obtener la mejor
información posible: celo y la construcción del nido (octubre-noviembre),
puesta e incubación de los huevos (diciembre-marzo) y el desarrollo del pollo
hasta que efectúa sus primeros vuelos (abril-julio).
El seguimiento continuado permite también la identificación
de posibles factores de perturbación en estas áreas de nidificación;
actividades lúdico-deportivas, trabajos forestales, mantenimiento de
infraestructuras u otras, permitiendo su adaptación en fechas para garantizar
la continuidad de la reproducción tal y como se establece en el Plan de Recuperación.
Maestrazgo, Picos de Europa y Sierra de Gredos
A estos datos hay que sumar los siete pollos que pudieron
sacarse adelante en el Centro de Cría de Quebrantahuesos y que se han destinado
a su liberación en los programas de reintroducción de la especie que desarrolla
la FCQ con la colaboración del Gobierno de Aragón.
La retirada de ocho puestas de nidos de riesgo, que fueron
destinadas a la cría en cautividad y que han hecho posible la liberación de
siete nuevos pollos en tres áreas de reintroducción de la especie: tres en el
Parque Nacional de los Picos de Europa, dos en el Maestrazgo turolense y dos en
la Sierra de Gredos, en el marco del proyecto LIFE Corredores ibéricos Pro-Quebrantahuesos.
AH / JACATIMES
0 Comentarios