La intervención de los equipos de rescate en montaña se incrementó un 6% este verano —del 1 de junio al 15 de septiembre 2022—, comparando los datos actuales con los del mismo periodo del año anterior. Sin embargo, los rescates en el glaciar del Aneto se redujeron a menos de la mitad.
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OPC GC |
En rueda de prensa
mantenida el lunes, el general Almiñana —jefe de la zona de Aragón de la
Guardia Civil— facilitó a los medios una serie de detalles
sobre los rescates de montaña desarrollados por los GREIM de la Guardia Civil,
apoyados con helicópteros —medicalizado en caso necesario—,
y médicos o sanitaros del 061.
En el último verano se
han llevado a cabo 337 intervenciones, veinte más que el verano anterior, con
el resultado de diez fallecidos, uno menos que en 2021 aunque, si sumamos el
cazador despeñado en Canal Roya, las cifras quedan igual.
El caso del Aneto es un
tanto especial. La Guardia Civil cree que la sensible reducción de
intervenciones, en un 56 %, se debe a las reiteradas advertencias sobre la
peligrosidad del glaciar que hay que atravesar para alcanzar el pico.
La mayor parte de los
rescates practicados tienen que ver, sobre todo, con barraquistas y
senderistas, seguido de actividades de escalada. Los rescates de barranquistas
han aumentado algo este verano y, en cambio, han disminuidos los rescates de
senderistas y actividades de alta montaña.
Diversas causas
imputables a cada deportista podrían estar
detrás del 60 % de los accidentes: desconocimiento de la zona, equipo inadecuado,
enriscamiento, mal tiempo inesperado, condiciones físicas deficientes… falta de
preparación, en suma.
En cuanto al origen de
los accidentados, vascos y catalanes copan los primeros puestos, dado que son
ellos quienes más nos visitan. Los aragoneses suman un escaso 3 % y
los accidentes protagonizados por franceses han aumentado cerca de un 8 %.
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