Quince jóvenes de la Jacetania, junto a otros quince de la isla francesa de Oleron —la segunda mayor de Francia, después de Córcega—, han participado en julio de dos semanas de intercambio “Del mar a la montaña”, enmarcado en un proyecto Erasmus+ de movilidad de jóvenes.
ISLAOLERON |
Los participantes en esta actividad han sido chicas y chicos
de edades comprendidas entre 13 y 16 años, del medio rural y de zonas
turísticas, una en el mar y otra en la montaña, por lo que han tenido
oportunidad de conocer la forma de vida y costumbres de ambas zonas,
permaneciendo una semana en la isla de Oléron y otra en la Comarca de la
Jacetania.
Una animadora sociocultural de la Comarca de la Jacetania ha
participado en este intercambio, realizando un balance positivo de la
convivencia entre los jóvenes de ambos países. La temática sobre la que han
girado todas las actividades ha sido el desarrollo sostenible en nuestros
entornos, con una metodología de trabajo totalmente participativa.
Oléron es una isla francesa situada en la costa atlántica
del departamento del Charente Marítimo, dentro de la región de Nueva Aquitania.
El 84% de su superficie está declarada lugar protegido con el objetivo de
preservar sus paisajes y patrimonio cultural.
En Francia, los jóvenes visitaron el puerto de las Salinas,
realizaron una Olimpiada sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, además
de actividades con canoas, rallye dune et foret, actividades en la playa
o animaciones sobre desarrollo sostenible.
En la Comarca de la Jacetania, los jóvenes llevaron a cabo
múltiples propuestas culturales, deportivas, medioambientales y sociales, entre
ellas, la visita “Volver a Canfranc”, en el Canfranero de Jaca a Canfranc, y de
la Ciudadela, un taller sobre ODS, la ruta de los dólmenes por la Selva de Oza,
rafting en Murillo de Gállego o una dinámica sobre “mi entorno ideal”. Además,
los participantes en el intercambio fueron recibidos en el Ayuntamiento de Jaca
por la Corporación Municipal.
Han sido 15 días muy intensos, en donde todo el grupo ha
tenido que convivir y recordar lo que son estas experiencias, casi olvidadas, o
en algunos casos no vividas por muchos jóvenes por culpa de la pandemia.
En estos intercambios no solo se trabajan los objetivos
propios del proyecto —educación
medioambiental, puesta en valor de los territorios rurales, herramientas
digitales como método de acercamiento entre los jóvenes y acercamiento entre
países fronterizos del territorio europeo— sino que, además, se desarrollan diferentes competencias
fundamentales para la vida de estos jóvenes como son: trabajo en equipo,
resolución de conflictos, aprender a desaprender, asertividad y empatía,
comunicación efectiva, etc.
CJ / JACATIMES
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