El subteniente Martín comparaba ayer esta zona del glaciar del Humbroq —pico meta de nuestros hombres del GMAM de Jaca— con el laberinto que el rey Minos mandó construir a Dédalo para defenderse del Minotauro, comedor de carne humana. El glaciar se defiende de intrusos con “seracs como edificios, grietas abisales… Nadie dijo que fuese fácil”.
GMAM |
"Sumamos ya tres arremetidas contra el laberinto helado al que nos enfrentamos y el glaciar nos sigue mostrando su intrincada composición —explica hoy en capitán García Larrosa—. El grupo trabaja con firmeza y constancia para dar con la llave que pueda abrir el camino hacia el segundo campo.
“Además de la oposición
del glaciar, la meteo no está de nuestra parte. Con mínimas de cinco grados los
anclajes en hielo se debilitan y el glaciar nos escupe lava blanca.
“Buena parte de nuestros
problemas desaparecen gracias a nuestro chef particular. Él nos inyecta una
dosis de dopamina mediante unas pizzas inverosímiles que se saca de la manga.
Con mínimos recursos consigue maravillas gastronómicas.
“Respecto a la
organización, mientras un equipo descansa entre naipes, el otro duerme en el
campo base avanzado con el objetivo de volver a la carga mañana. ¡Todo suma!”
La “llave” que menciona
el capitán, bien pudiera ser una de las tres rutas que figuran en el dossier
elaborado en la EMMOE de Jaca que, por cierto, en su primera página indica “In
Memoriam Fernando Yarto”, cuyo nombre se dará a la ruta definitiva que abran
nuestros hombres.
“La actividad planteada
exige la total involucración del equipo en la recopilación de la máxima información
disponible sobre la montaña, los escasos intentos de ascensión, y la
exploración in situ de los glaciares que impiden el acceso a las faldas del
pico”, puntualiza el dossier.
“La ruta roja
probablemente sea la que más trabajo “pesado” y de expedición tradicional requiera.
Escalas y cuerdas fijas para garantizar la seguridad en la cascada de hielo. Búsqueda
de la ruta más segura y ágil por el laberíntico glaciar será de obligado cumplimiento
si se quiere tener tiempo suficiente de acometer la parte superior de la montaña.
“La ruta verde,
significa una incógnita en lo que a la aproximación glaciar se refiere, ya que
la falta de información y fotografía de esa parte del glaciar es clave. Si
fuese posible el acceso al plató superior por su parte sur, la ruta se
convertiría en una gran escalada mayoritariamente glaciar con buenos tramos
mixtos, que pondrían a prueba los conocimientos y destrezas adquiridas en los tres
años del proyecto.
“La ruta morada es
común en el acceso de la verde, aunque a la hora de acometer la parte vertical,
se buscaría la arista contraria a la de la ruta roja”.
Ellos sabrán elegir el
mejor camino que les lleve a la cumbre y les permita volver a casa.
GMAM / JACATIMES
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