Santiago de Compostela recibió ayer en su plaza del Obradoiro a una peregrinación muy especial. Entre los miles de jóvenes de la Peregrinación Europea de Jóvenes que estos días invade la ciudad del Apóstol, un grupo formado por 25 caminantes y 19 perros hacía su llegada ante la Catedral.
PERREGRINO |
Se trata del Camino Perregrino —con doble erre—, una peregrinación muy especial
por el Camino Portugués de la Costa realizado con dos objetivos: reivindicar
que el Camino de Santiago con perro es posible y recaudar fondos para ayudar a
dos protectoras de animales.
Un total de 25 personas llegadas desde Santander, Badajoz,
Madrid, Zaragoza o Barcelona decidieron sumarse a este Camino tan especial que
arrancó el pasado domingo en Vigo.
Contaron con la compañía de El Camino con Correos,
que cada día trasladó de un albergue a otro los trasportines de los perros. En
esta peregrinación resultó fundamental ya que, tal y como nos explicaron sus
integrantes, el trasportín da más confianza al alojamiento y evita posibles
conflictos.
Aprovechando su experiencia, les hemos preguntado por
aquellos consejos básicos para que persona y perro puedan disfrutar por igual
del Camino.
Una de las cosas que tienen más clara es la necesidad de
llevar los alojamientos reservados. “Hay muchas dificultades para conseguir un
alojamiento en el que permitan dormir al perro”, aseguran. De hecho, los
pabellones fueron su alternativa en algunas etapas en las que encontrar
albergue se les puso cuesta arriba.
Junto a los alojamientos, hay otro aspecto de la logística a
tener muy en cuenta: tener localizados veterinarios de urgencias en todas las
etapas. En esta peregrinación no hizo falta recurrir a un sanitario, pero
siempre es mejor prevenir y adelantarse a cualquier imprevisto.
Centrándonos en los animales, desde el Camino Perregrino
recomiendan controlar mucho la temperatura del perro; hidratarlo constantemente
con agua, sales y reparadores y cuidar las almohadillas para evitar lesiones.
Además, es muy importante preparar físicamente al perro y
tener en cuenta su edad. “Un cachorro de 6 meses no va a poder recorrer el
Camino de Santiago y uno de 15 años igual tampoco. Es necesario tener en cuenta
su estado y forma física”, nos dicen.
“Al igual que a los peregrinos se les recomienda no estrenar
botas para el Camino, yo no recomendaría estrenar arnés o collar para evitar
que le haga daño o rozaduras”, apuntan. A esto añade evitar caminar con el
perro entre las 11:00 y las 19:00: “Lo ideal sería hacerlo en otoño o
primavera, con las temperaturas más suaves. Especialmente si es la primera vez
que lo van a hacer”.
Por último, nos recuerdan que las normas de civismo básicas
deben cumplirse también en el Camino de Santiago: “Al igual que no lo hacemos
en la calle, en el Camino debemos recoger las cacas de los perros y no dejar
todo por ahí”.
Para muchos de los participantes este fue su primer Camino
de Santiago. Y la experiencia ha sido tan grata que ya están metidos de lleno a
preparar la segunda edición. Con todo, la pregunta se hace necesaria:
¿recomendarías a la gente recorrer el Camino de Santiago con su perro?
La respuesta es unánime: claro que sí. “La experiencia a
hacerlo con perro y sin perro no es comparable. Cuando tú haces el Camino con
tu perro, los dos sois uno. Si falla él o fallas tú, se acabó el Camino. Es una
experiencia que merece la pena vivir”.
¡Buen Camino, perregrinos!
CORREOS / JACATIMES
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