La directora general de Patrimonio Cultural del Gob. de Aragón ha participado en el concierto-presentación del libro “La jota, aragonesa y cosmopolita. De San Petersburgo a Nueva York” (Ed. Pregunta, 2022), de la investigadora Marta Vela.
STANISLAVBELYAESVSKY | Sorolla del Ballet Nacional de España |
El volumen, editado con apoyo del Gob. de Aragón, profundiza
en la influencia de la jota aragonesa en la música sinfónica y constituye una
vía nueva para el conocimiento internacional de este folclore tan nuestro.
La autora ha enmarcado esta presentación —en la que el
público asistente ha podido disfrutar de un concierto de jotas—, en la
programación organizada para impulsar la candidatura de la jota a la lista
representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de UNESCO.
La obra hace un recorrido desde 1844 a 1919 pasando por
vicisitudes, circunstancias y personajes que basan y relatan el hecho de que la
jota aragonesa es divulgada y reconocida internacionalmente a través de los
grandes compositores del siglo XIX y principios del XX. La directora general ha
destacado la documentación “exhaustiva y específica” de la que se hace valer la
autora para fundamentar la proyección de la jota aragonesa en la música sinfónica
desde sus mismas raíces étnicas.
Durante buena parte del siglo XIX, la jota aragonesa se
erigió en representante de la música exótica como una suerte de lengua franca
para todos los territorios europeos, junto a la ópera italiana, de San
Petersburgo a Lisboa, de Londres a Moscú.
Su recorrido internacional abarcó los grandes géneros —ópera, sinfonía, obertura orquestal, ballet, música de salón, repertorio virtuoso, etc. —, que participaron de la emergente cultura cosmopolita de la época, finalmente devastada por el abismo de muerte y destrucción de la Gran Guerra.
Presente en numerosas obras de renombrados compositores
—Glinka, Liszt o Mahler—, la jota aragonesa se empezó a difundir a nivel
mundial desde París, por parte de la cantante Pauline Viardot-García, a través
de una obra de Florencio Lahoz, compositor oriundo de Alagón, que inspiró
diversas versiones que inculcaron el gusto por la música popular española a
Debussy, Ravel, Fauré, Satie y Manuel de Falla, cuya jota wagneriana cerraba en
1919 el círculo de su profusa transmisión.
La investigadora pone el foco en estos nombres
imprescindibles de la cultura europea del siglo XIX para analizar la expansión
y la importancia internacional de la jota aragonesa.
JACATIMES
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