Jaca prepara alforjas para la popular romería a la Virgen de la Cueva

Hemos tenido que esperar un par de primaveras para poder disfrutar de nuevo de la tradicional romería de la Virgen de la Cueva, en el Oroel, un culto antiguo y plenamente vigente, en la ermita debajo de una peña de aquel enriscado monte.

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Este domingo 22 de mayo con dos escenarios: en la cueva o alrededres, para los valientes, donde muchos romeros suben caminando como manda la tradición y a veces no sin esfuerzo, aunque no se pueda acceder a la cueva. y en la explanada del parador del Oroel.

La Diócesis de Jaca anuncia así:

"El domingo, 22 de mayo, tendrá lugar la tradicional romería a la Virgen de la Cueva. Desde que se hundió la oquedad natural que cobijaba la ermita, la celebración tiene lugar en el Parador de Oroel. Tras dos ediciones de parón, por el coronavirus, el programa es el siguiente:

• A las 12:30: Concentración de romeros y cruceros.
• A las 13:00: Eucaristía y ofrenda de flores.
• A las 13:45: Veneración de la imagen y reliquia de Santa Orosia. Procesión al Canterón de Peña Muro, con bendición de términos.
• A las 14:15: 38 Concurso de tortilla española, a cargo de la Peña Entadebán y comida de alforja.
• A las 16:00: 43 Festival folclórico “Virgen de la Cueva”, a cargo de la Escuela del Grupo Folclórico Alto Aragón".

La ermita está ubicada en un hueco que dejó la naturaleza en la montaña, hoy hundido. Era tan reducida su elevación, que una persona normal no podía estar de pié en su interior por lo que, en 1872 se rebajó el pavimento unos quince centímetros, a costa de grandes esfuerzos, por la dureza del terreno.

La circunstancia notable de esta ermita es o era que en toda la cubierta hay filtraciones constantes de pequeñas gotas de agua que han llegado a formar algunas estalactitas. Muchas veces se ha pretendido combatirlas, pero todo ha sido inútil.

A ello se debe, sin duda, la gran fe que los habitantes de esta comarca tienen en la Santísima Virgen de la Cueva, como abogada y mediadora para obtener de Dios el beneficio de la lluvia. Allí acuden en devota romería entonando una copla tradicional popular que principia: “Que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva…”

Varias leyendas orbitan sobre la Virgen de la Cueva. Se asegura que, un pastor que cuidaba un hato de cabras observó durante varios días como, nada más sacarlas a pastar, una cabra desaparecía del rebaño para regresar junto a él al atardecer. El cabrero decidió seguir al animal y vio cómo se introducía en una cueva, donde encontró la talla de la Virgen.

Otra leyenda asegura que fue en esa cueva donde los cristianos se juramentaron en el siglo VIII para defender el incipiente reino de Aragón de la amenaza musulmana e iniciar la reconquista.

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