El plan, que se aplicará durante este año y el próximo, tiene como objetivo reducir en un 85 % la demora quirúrgica respecto al pico de la pandemia, a base de incrementar la actividad y mejorar los procesos de gestión.
Mejorar los niveles de actividad incrementando el
rendimiento quirúrgico tanto por las mañanas como por las tardes, colaborar
entre los diferentes centros públicos para la utilización compartida de
recursos, informatizar el proceso quirúrgico y revisar los procedimientos de
gestión de la lista de espera.
Estas son algunas de las líneas de actuación del Plan de
Abordaje de la Lista de Espera Quirúrgica 2022-2023, que tiene como objetivo
alcanzar, a finales del próximo ejercicio, una disminución del 85 % de los
pacientes con demora estructural superior a 180 días respecto a la situación de
agosto de 2020. Para lograrlo se prevé destinar a este plan casi treinta
millones de euros.
"No se van a escatimar recursos para conseguir los
objetivos marcados", han asegurado. "Este tema es una de las
prioridades del Gobierno de Aragón y del Salud", ha indicado, por su
parte, el gerente del organismo autónomo.
De este modo, se pretende lograr una mayor eficiencia en los
recursos disponible, priorizar las patologías con un mayor impacto de la demora
en su evolución, de los procesos neoplásicos y los incluidos en el decreto de
garantías, fomentar la participación activa de los profesionales y continuar
con la transparencia en la información.
Asimismo, se establecerán programas especiales de
aprovechamiento de los recursos públicos, de modo que los pacientes en lista de
espera puedan ser atendidos en cualquier centro de la red sanitaria pública, y
se continuará con la colaboración con otros centros públicos y privados.
En este sentido, se mantendrá la colaboración entre
hospitales para determinadas especialidades o patologías que puedan ser
atendidas de manera más ágil o más eficiente en cualquier hospital de la red,
aunque no sea el hospital en el que se incluyó al paciente en lista de espera.
Y se continuará con la centralización de procedimientos
quirúrgicos de baja complejidad y con un gran número de pacientes afectados con
el fin de aumentar la calidad de la atención sanitaria prestada, reducir su
variabilidad y liberar espacio quirúrgico en el resto de los hospitales para
otro tipo de intervenciones.
JACATIMES
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