Cataluña dinamita la candidatura olímpica y acaba con la paciencia de Aragón

El presidente Lambán señaló, sin sombra de duda, al "intolerante, supremacista y excluyente" independentismo catalán de ser el responsable de "arruinar y boicotear" un proyecto que supondría un importante paso adelante para el desarrollo del Pirineo.

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La gota que ha colmado el vaso ha sido la decisión del Gobierno catalán de nombrar, de manera unilateral, a la ex esquiadora Mónica Bosch coordinadora de una supuesta candidatura que quieren que se llame "Pirineus Cataluña 2030". Esta decisión, tomada a espaldas y sin contar con Aragón, "dinamita" la candidatura conjunta catalano-aragonesa y "agota nuestra paciencia como aragoneses", expresó el presidente, que no está dispuesto a ser "mera comparsa".

Retoma de nuevo Cataluña su intención de liderar en solitario la candidatura, chocando con el espíritu del proyecto, defendido por el Comité Olímpico Español (COE) y —supuestamente— por el gobierno central, quienes han dejado claro en varias ocasiones que “o es una candidatura en pie de igualdad o no será”. Todo apunta ahora a que, probablemente, no será.

Reprocha Lambán a los catalanes de violar las normas del COE con una decisión “inaceptable y por la que tendrán que rendir cuentas”, dejando claro que Aragón tiene capacidad suficiente para presentar una candidatura en solitario “tan potente o más que Cataluña”, donde se siguen manteniendo “ideologías caducas, de nacionalismos excluyentes que tan demoledores están resultando en el conjunto de la UE".

El coordinador de Ciudadanos recordó lo que ya habían anticipado: "los independentistas no quieren los Juegos y saben que, con esta decisión cobarde y unilateral, entierran la candidatura Pirineos 2030. No perdamos ni un minuto” —añadió—, y pidamos a Lamban que haga valer su liderazgo “para una nueva candidatura aragonesa, española y para España.”

Mientras tanto, algunas personas consultadas sostienen que, en vista de lo que recibimos de nuestros vecinos, sería bueno dar de baja el catalán como una de las lenguas de nuestra comunidad, primero y principalmente porque no le es: “Que cada cual hable lo que quiera, eso sí, sin imponer nada, pero sin el más mínimo reconocimiento hacia lo que no sea genuinamente nuestro”, añaden. 

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