En Ailsa Craig, una deshabitada isla de origen volcánico ubicada entre Glasgow y Belfast, unas pocas focas y algunos albatros vigilan las canteras de granito. De esa roca se extraen las mejores piedras de curling utilizadas en todo el mundo, incluidos los Juegos Olímpicos de Invierno y las que emplean nuestros curlers en Jaca.
WIKIEFEGE |
En Ailsa Craig se encuentran dos
tipos de granito perfectos para este deporte, que debió comenzar a practicarse
en los lagos helados de Escocia hace más de 500 años. El blue hone es un
granito azul, no poroso, que, probablemente, se formó hace sesenta millones de
años, cuyas propiedades impiden que el agua congelada erosione la piedra. El
verde, el common green, resiste muy bien los choques.
Con estos dos granitos se construye cada piedra de curling:
el cuerpo con granito verde, y el azul para la parte en contacto con el hielo,
ambos ensamblados con una técnica especial llamada ailserts. La parte
baja de la piedra debe ser extremadamente dura y lisa: una pequeña
irregularidad modificaría la trayectoria de la piedra, “marcando la diferencia
entre una medalla de oro y una amarga decepción”, como dicen en la Kays
Curling, donde las fabrican desde 1851.
La empresa no extrae granito todos los años. En 2013, tras
una pausa de una década, sacaron 2000 toneladas, lo que les permitió cubrir la
demanda hasta 2020. Todo tiene una explicación: la extracción de granito está
prohibida y solo se permite una extracción cada cierto tiempo.
Se necesitan cinco horas de trabajo para producir cada
piedra, que pesa 19,96 kilos, con un diámetro de 28 centímetros y que se
exportan a setenta países.
La isla fue refugio para los aterrorizados católicos
perseguidos por los protestantes en los siglos XVI y XVII y prisión en los
siglos XVIII y XIX. Tiene instalado un faro que se gestiona en automático desde
tierra firme.
JACATIMES
0 Comentarios