Después de un año en blanco por razones bien sabidas, las Jornadas de la Trufa vuelven a Jaca de la mano de ACOMSEJA, para disfrutarlas durante los dos últimos fines de semana de febrero, del 18 al 20 y del 25 al 27.
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La VII edición de “Jacetania es trufa”, se adapta este año a
la situación pandémica prescindiendo de actividades presenciales, excepto tres
salidas al campo previstas para el 19, 20 y 27 de febrero, a las que asistirán
algunos grupos micológicos franceses. Se trata de conocer detalles sobre el
cultivo de la trufa negra o tuber melanosporum, que así se llama en científico
esta maravilla gastronómica que The Gourmet Journal define
como “el oro de la alta cocina”.
Los organizadores han previsto la difusión de cartelería con
un código QR: leído con el móvil, nos facilitará toda la información requerida para
desenvolvernos estos días, incluyendo algunas recetas de ciertos establecimientos
participantes y su localización en la ciudad.
Estos son cerca de una veintena, todos en Jaca menos uno: Bachimala, Biarritz, Casa Coarasa, Cobarcho, El Acebo, El Almacén, El Molino de Larués, El Parque, Equiza, Jaizkibel, La Cadiera, La Cocina, La Raca, Lilium, Marboré, Oroel y Polifemo. En ellos se podrá disfrutar del sabor de la trufa en distintas versiones culinarias, a cuál más atractiva.
En Aragón, la trufa se ha convertido en el diamante negro
por excelencia, un manjar conocido y reconocido en todo el mundo. De las 150
toneladas que se recogen en todo el planeta, más de la mitad se recolectan en
la comunidad aragonesa, erigida como el mayor productor y exportador de trufa
negra del mundo. Prácticamente, el 90 % de la producción se exporta a Francia.
En superficie, las comarcas de La Jacetania y Alto Gállego se
hacen con unas 200 hectáreas de cultivo para un producto de proximidad que nos
permite disfrutarlo al máximo: “aroma, sabor y pasión”, dicen los entendidos.
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