Reiterados ataques de lobos a ovejas en la Jacetania

Tres ataques en diez días.

La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA) estudia plantear una denuncia ante el SEPRONA y la Fiscalía de Medio Ambiente, frente a los frecuentes ataques de lobos a los rebaños de ovejas en la Jacetania, que podrán ser obra del mismo o de los mismos animales.

IDAHOPHOTO

En los diez primeros días de este mes de agosto, los rebaños ovinos han sufrido ya tres incidentes graves: el primero al amanecer del 3 en Somanés, junto a la nave de la ganadería. El segundo en la madrugada del 5 en Santa Engracia de Jaca, en un lugar próximo al anterior, donde el lobo atacó a un rebaño con el resultado de cuatro animales muertos y varios con heridas graves.

El último, el de la madrugada del 8, fue el más sangriento, en Asso-Veral (Sigüés), con veinte ovejas muertas, una docena de heridas y posibles problemas de abortos, bajas posteriores, etc. "El perjuicio no es sólo el ataque, es todo lo que viene después, porque los cuidados ahora serán diferentes, ya que hay que encerrar al ganado por las noches", resalta el ganadero. Él ya ha hecho un esfuerzo económico instalando todo el vallado, pero ha servido de poco.

Al parecer, todos los ataques los ha protagonizado el mismo lobo, según las imágenes de las cámaras de fototrampeo. Por ello, UAGA exige que se identifique genéticamente al animal para tratar de acabar con él, en evitación de mayores males.

Esta organización recuerda el papel que desempeña la ganadería extensiva en la Jacetania, para el mantenimiento de la biodiversidad, cortafuegos, asentamiento de población, etc. Todo ello puesto ahora en peligro y complicando un sector ya debilitado.

Al estar incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE), el lobo ibérico (Canis lupus signatus) no puede ser considerado “sujeto cinegético”, aunque esto no significa que sus poblaciones no puedan ser reguladas ni que algunos ejemplares puedan ser controlados y cazados, pero siempre siguiendo medidas de gestión de poblaciones debidamente justificadas y autorizadas.

Es obvio que la protección de la biodiversidad no puede recaer exclusivamente sobre los hombros de los ganaderos, por lo que el enfrentamiento entre ganadería y lobos no debería ser irresoluble en una sociedad moderna.

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