El Gobierno de Aragón ha ampliado la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de "monumentos", dentro de la denominada "arquitectura del hielo", a medio centenar largo de neveras o pozos de hielo —una veintena en la provincia de Huesca—, que ya contaban con el reconocimiento como de interés cultural.
POZOS DE NIEVE Y HIELO EN EL ALTO ARAGÓN |
Las neveras, neveros, pozos de hielo, chelo o yelo, pocicos
y neverías, fueron un servicio esencial entre los siglos XVI al XVIII. Todos
ellos constituyen una tipología de arquitectura tradicional relacionada con el
agua en estado de hielo, de ahí que el decreto incluya estas construcciones
dentro de la denominada “arquitectura del hielo”.
Utilizado desde la antigüedad con fines terapéuticos, el hielo generó a partir del siglo XVI un conjunto de construcciones, de sobria y funcional monumentalidad, destinadas a su producción y almacenamiento. En torno a ellas se desarrolló un complejo entramado socioeconómico, con rígidas normas que regulaban las actividades de empozadores, arrendadores, trajineros y comerciantes.
En San Juan de la Peña descubrimos otra nevera que pudo ser
construido por encargo de los monjes, en torno a los siglos XVI y XVII, que se
llenaba con la nieve acumulada durante la época invernal, que cubría la extensa
pradera donde estaba construida.
Finalmente, en 2002, durante unas excavaciones en la plaza
de Biscós de Jaca, salió a la luz una pequeña fresquera, de las denominadas privadas, de
unos 2 metros de diámetro, construida con sencillos mampuestos, algunos de
forma redondeada, también utilizados en el exterior para cerrar la bóveda.
Nada se sabe de la extracción de hielo de los glaciares y
neveros de las altas montañas pirenaicas y solo en la segunda mitad del siglo XIX,
cuando se terminó la carretera de Zaragoza al Somport, se pudieron organizar
expediciones para recoger crecidas cantidades de nieve con destino al mercado
zaragozano.
Los estudiosos, pueden descargar el libro en pdf Pozos de nieve y hielo en el Alto Aragón, de Pedro A. Ayuso Vivar, Instituto de Estudios Altoaragoneses, 2007, desde aquí mismo.
JACATIMES
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